Me gustan los chicos y chicas del PP

Me gustan los del PP. Por su transparencia cristalina. Me gustan los del PP. Por su ingenuidad hipócrita.

Me gustan los del PP porque con su palabrería prepotente son capaces de demostrar que la democracia, para ellos, es tan sólo ganar elecciones, sin importarles ni las formas ni los medios.

Me gustan los del PP porque, a pesar de que en varias ocasiones las juntas electorales vieran métodos ilícitos en sus actuaciones, siguen insistiendo en considerar 'legal' el que voten en España 74 argentinos en una ciudad de cuyo nombre no tienen ni tan siquiera referencia en un mapa. Me gustan los del PP porque adoran a los pobres, a los muy pobres desvalidos que se puedan dejar comprar por cinco mil pesetas para un pinchazo los días de elecciones y luego les vemos murmurardo en las colas electorales sin darles mayor importancia. Me gusta el señor Arenas porque con sus declaraciones me ha hecho captar y escribir que lo importante para ellos no es lo que es, sino lo que quieren hacernos parecer.

Me gustan los del PP porque pronto aparecerán gallegos que, como los futbolistas, se han equivocado al hacer un pasaporte falso. Me gusta la doble moral de los del PP.

Me gustan los del PP porque en otros tiempos ofrecían la 'regeneración democrática', ironías de la vida.