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Medio Ambiente desmantelará la planta de residuos tóxicos y peligrosos de Valdebebas

El complejo fue levantado hace 15 años sobre una zona protegida del Jarama

Vicente G. Olaya

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La planta de tratamiento físico-químico de Valdebebas es un gran complejo industrial al que millones de litros de aceites y residuos industriales líquidos (con alta carga orgánica y aguas cianuradas, entre otros) llegan todos los años para su tratamiento. En el complejo, los residuos son neutralizados para una posterior depuración o, en su caso, su almacenamiento en el depósito de seguridad de San Fernando de Henares. Cada año, 12.250 toneladas de estos desperdicios pasan por la planta de Valdebebas.

El recinto, propiedad de la Comunidad de Madrid pero gestionado por la empresa privada TPA, fue construido en 1986 a orillas del río Jarama, en una zona muy sensible desde el punto de vista medioambiental. Se ubica en el distrito de Barajas, en el kilómetro 9,800 de la avenida de Logroño y adyacente a la zona de ampliación del aeropuerto de Barajas.

Hace unos meses, los responsables de TPA se dirigieron al Ayuntamiento de Madrid para reclamar una licencia de obras con la intención de ampliar el actual aparcamiento de vehículos, ya que éste se había quedado pequeño. Pero el Consistorio negó el permiso con un simple argumento: la planta se levanta sobre suelo no urbanizable de especial protección, según el nuevo plan general de Madrid. Además, fue construida, en su momento, sin los necesarios permisos urbanísticos, por lo que debía ser legalizada.

'Impensable' 'Hoy en día', reconoce Ignacio López-Galiacho, director general de Calidad y Evaluación, 'la construcción de un complejo de este tipo junto al Jarama sería impensable. Fue una barbaridad, pero en aquella época, con una legislación mucho más reducida, se podía hacer. Se empleó el argumento de que era una actuación de interés público y, sin muchas más precauciones, se construyó junto al río'.

TPA, ante la negativa del Ayuntamiento a conceder el nuevo permiso de ampliación del aparcamiento, reclamó entonces la necesaria calificación urbanística a la Comunidad de Madrid.

La Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes publicó el pasado día 24 en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid una resolución por la cual iniciaba el expediente 'relativo a la solicitud de calificación urbanística' de la planta de residuos tóxicos y peligrosos de Valdebebas. En el expediente se explica que el complejo industrial se asienta sobre suelo 'no urbanizable de especial protección de cauces y riberas'.

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Sin embargo, la Consejería de Medio Ambiente considera que este trámite administrativo de calificación del suelo 'no es exigible', ya que la planta funciona desde hace quince años, antes de que entrase en vigor el Real Decreto que regula los procedimientos de evaluación de impacto ambiental.

Urbanismo, en cambio, se muestra contrario a esta opinión y ha requerido, por ello, informes al Ayuntamiento de Madrid, a la Confederación Hidrográfica del Tajo y a la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad.

Las vegas del Jarama son áreas muy sensibles desde el punto de vista histórico, ya que sobre ellas se han asentado a lo largo de los siglos numerosas civilizaciones. Muy próximo a estas instalaciones, y dentro del área de ampliación del aeropuerto de Barajas, los técnicos de la Consejería de Educación hallaron hace cuatro años los restos de una construcción romana y ruinas de poblados de la edad del bronce.

'Pero la adecuación urbanística de la planta no es, sin duda', admite López-Galiacho, 'la mejor solución para la planta de Valdebebas. Por eso, la consejería mantiene desde hace un año conversaciones con sus actuales gestores para el desmantelamiento de la planta, así como la adyacente de Aureca [también privada y que quema aceites para producir energía]'. López-Galiacho recuerda el impacto negativo que para las instalaciones tendrá la ampliación del aeropuerto con 'aviones pasando sobre él'.

Julio Setién, responsable de Medio Ambiente del grupo parlamentario de IU, coincide con la Comunidad en que el 'sitio para la planta de tratamiento es muy malo, porque está en zona inundable y cualquier contigencia puede acabar con miles de litros de vertidos en el Jarama. Ya ha habido precedentes en plantas parecidas', advierte.

El parlamentario aboga por el cierre de las instalaciones y rechaza que se levanten nuevas plantas de este tipo 'hasta que la Comunidad de Madrid ponga en marcha el Plan de Residuos Industriales, que fue una promesa del PP en las últimas elecciones'.

RICARDO GUTIÉRREZ

Vertidos al río más contaminado

Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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