Irak derriba un avión de EE UU
Bagdad mejora su infraestructura militar y abate un aparato por primera vez en 10 años
El sistema antiaéreo de Irak nunca había conseguido hacer blanco en alguno de los aviones estadounidenses y británicos que patrullan cotidianamente las llamadas zonas de exclusión al norte y al sur del país. Las zonas fueron creadas al finalizar la guerra de 1991, para proteger a las poblaciones kurdas y shiíes dentro de Irak, y no se permite la entrada en ellas de aviones iraquíes. Sadam Husein y su Gobierno no aceptan como legítima esa amputación del espacio aéreo sobre su territorio y han intentado una y otra vez derribar aviones enemigos.
A finales de julio, un misil de fabricación rusa modificado por técnicos iraquíes y chinos pasó muy cerca de un avión espía U2 que volaba a gran altitud. Ese ataque, y otros similares, impulsaron a Washington y Londres a lanzar, en el transcurso de agosto, dos bombardeos contra instalaciones antiaéreas de Irak.
El secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, reconoció que el Ejército iraquí había mejorado sensiblemente sus infraestructuras defensivas y justificó los bombardeos por la 'necesidad de proteger a los pilotos aliados de los disparos lanzados por las baterías antiaéreas'. 'Mientras Sadam Husein mantenga su actitud agresiva, continuaremos atacando cuando sea necesario', dijo por su parte el presidente George Bush.
Teledirigido
El avión abatido ayer en el sur de Irak era un RQ-1 Predator, un aparato de pequeño tamaño (nueve metros de longitud) teledirigido desde el aeropuerto de lanzamiento y provisto de una cámara fotográfica, una cámara de vídeo y un sistema de visión que traspasa nubes y niebla. El precio de cada unidad ronda los cuatro millones de dólares (cerca de 800 millones de pesetas) y el Pentágono ha encargado gran cantidad de ellos al fabricante, la empresa californiana General Atomics Aeronautical Systems. Portavoces de Bagdad definieron el avión como 'muy avanzado y provisto de alta tecnología', pero el Pentágono negó que contuviera material de importancia. 'Aún no sabemos si el Predator ha sido derribado o ha sufrido un accidente, pero la tecnología que lleva a bordo se puede encontrar en cualquier tienda de electrónica y no nos planteamos ninguna operación de rescate para recuperar los restos', dijo un portavoz militar en Washington.
Según el Pentágono, aparatos como el Predator, de vuelo lento (120 kilómetros por hora) y a baja altura, se utilizan precisamente para correr riesgos que los aviones tripulados no pueden permitirse. La misma fuente subrayó que no es difícil abatir un avión teledirigido de esas características, y recordó que, durante la intervención estadounidense en Kosovo, las baterías serbias destruyeron dos Predators en sólo una semana.
Pese a la tranquilidad con que fue acogido en Washington, el incidente agrava la creciente tensión en la zona y confirma que Sadam Husein ha decidido intensificar la lucha contra las patrullas de reconocimiento. Ayer mismo, un civil resultó muerto y otros tres heridos en un ataque contra 'instalaciones civiles y de servicios' llevado a cabo en el norte de Irak por cazabombarderos de Estados Unidos y el Reino Unido, según informó la agencia oficial de noticias iraquí, INA.
Bases turcas
En declaraciones difundidas por la agencia, un portavoz militar de Bagdad informó de que el ataque se produjo a las 09.40 hora local (07.40 hora peninsular española) y agregó que 'las baterías antiaéreas iraquíes obligaron a los aviones enemigos a regresar a sus bases en Turquía'. El portavoz iraquí no precisó el lugar exacto ni otros detalles del ataque. Un portavoz militar de Estados Unidos confirmó en Ankara (Turquía), según France Presse, que el lunes por la mañana varios cazabombarderos habían atacado objetivos iraquíes en la 'zona de exclusion' situada al norte, como represalia por unos disparos lanzados anteriormente desde baterías antiaéreas. Ninguno de los disparos iraquíes alcanzó a los aviones estadounidenses.
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