La familia de las víctimas del juguete bomba que hirió a un bebé se quejan del 'uso partidista' de su nombre

Los familiares de María Francisca Eraunzetamurgil, la mujer fallecida el pasado día 20 en San Sebastián al estallarle un juguete bomba, y de su nieto de 16 meses, herido de gravedad en el suceso, mostraron ayer su malestar por el 'uso partidista' que se está haciendo del nombre de la familia.

Elena Ávila, quien se presentó a los periodistas en un hotel de San Sebastián como portavoz de las familias Eraunzetamurgil y Galarraga-Castelló, leyó un comunicado en su nombre en el que éstas critican que se les cite 'tanto en carteles como en pancartas en estos momentos tan dolorosos'.

El texto añade que 'la familia quiere dejar clara su total desvinculación con cualquier partido político', por lo que espera que 'sepan respetar su intimidad'. Por último, agradecen 'todas las muestras de apoyo y solidaridad recibidas por parte de todo el mundo'. La citada portavoz se negó a contestar cualquier pregunta, por lo que no especificó a qué carteles se referían.

En los últimos días, han aparecido unos pasquines en San Sebastián con el lema 'Stop a la guerra sucia' en los que se puede ver una fotografía de uno de los heridos por el estallido de un explosivo escondido en un billetero en Muskiz en 1994, atentado cuya autoría nunca se ha aclarado. También incluye una fotografía de la madre del niño herido con éste en brazos. Tras las concentraciones de protesta al día siguiente del crimen, sólo la izquierda abertzale ha realizado manifestaciones en que ha querido vincular el suceso con la 'guerra sucia'.

El pequeño J.G.C., herido de gravedad por la explosión, permanece en 'estado estacionario dentro de la gravedad', según los últimos datos facilitados por fuentes del Hospital Nuestra Señora de Aranzazu, en San Sebastián, donde está ingresado.