El portavoz socialista minimiza las diferencias con sus socios de gobierno

El Ayuntamiento de Barcelona elevó ayer el listón de las críticas a la política de inmigración del Gobierno central y la Generalitat de Cataluña. En una entrevista emitida por Barcelona Televisió, el portavoz municipal, Ernest Maragall, manifestó: 'Ninguna ciudad puede tolerar que se la utilice como escenario de la incompetencia o falta de responsabilidad de otras administraciones como consecuencia de una legislación [la Ley de Extranjería]'. Con estas palabras Maragall justificó la intervención de la Guardia Urbana en el desalojo de un centenar de inmigrantes subsaharianos de la plaza de Catalunya el pasado 6 de agosto.

Ésta no fue la única vez durante la entrevista que el portavoz del Ayuntamiento criticó la actitud de las administraciones central y autonómica. Sobre la razón por la cual el consistorio apoyó la aplicación de la Ley de Extranjería, Maragall contestó que se trata de una ley 'votada por el PP y CiU, que probablemente sea la causa inmediata de las escenas y situaciones de estos días', y que el Ayuntamiento se ha limitado a 'actuar con responsabilidad institucional'. 'No podemos impedir que se aplique la ley. Nos toca pedir responsabilidades e intentar dar las mejores soluciones'.El portavoz municipal también aseguró que, pese a las discrepancias que se han evidenciado en el seno del gobierno local durante el conflicto con los inmigrantes, en ningún caso puede hablarse de crisis entre los partidos que lo integran: PSC, Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya.

Maragall explicó que el problema de los inmigrantes 'no es sencillo ni agradable' y se refirió a su complejidad, 'que obliga a trabajar conjuntamente y perfilar políticas cada vez más ambiciosas'. El concejal admitió la existencia de diferencias 'en el terreno de las formas más que en los criterios de fondo, que son compartidos'.

Respecto a las medidas que puedan dar fin al periplo de los sin papeles, Ernest Maragall distinguió una vez más entre las que afectan al terreno asistencial y las que se refieren a las vías de regularización del colectivo. El portavoz municipal se mostró esperanzado con el resultado de la reunión que hoy celebran la Generalitat y el Ayuntamiento con los portavoces de los inmigrantes y la plataforma de entidades que les apoyan.

Avalanchas

Las colas frente a la Delegación de Gobierno han vuelto a complicarse. Después de cuatro días de orden, los inmigrantes que se reúnen cada noche para esperar ser atendidos a la mañana siguiente volvieron a correr desesperados ayer cuando un agente de la policía les permitió cruzar la calle para formar la cola. 'El problema fue que los efectivos eran menos porque sus caballos se habían asustado debido al ruido de las obras en la acera', indicaron fuentes de la delegación, que ensayan distintos sistemas para ordenar el caos. 'Cuando se probó el sistema de números, se revendían y no era eficiente. Probamos después con listas, pero la gente apuntada no aparecía nunca. Es muy difícil controlar a tanta gente', añadieron.

Sin embargo, el número de personas en las colas no se ha incrementado con la misma intensidad que a principios de año, durante el periodo de regularización. Los extranjeros atendidos oscilan entre 450 y 500 al día. Normalmente, el 10% de los inmigrantes queda sin atender.