Los socialistas de Aragón, Baleares, Cataluña y Valencia refrendan su oposición al trasvase del Ebro
Los dirigentes socialistas reclaman más inversiones en infraestructuras al Gobierno central
Los dirigentes socialistas, dos presidentes de autonomías -Antich e Iglesias- y dos jefes de la oposición -Maragall y Pla-, coincidieron en la necesidad de potenciar las infraestructuras viarias del corredor mediterráneo que une las ciudades de Barcelona y Valencia. Para ello, apostaron por la creación de un enlace rápido entre Tarragona y Castellón. Una inversión que, según apuntaron, permitiría abrir el corredor viario hacia Aragón, que de este modo vería reforzadas sus comunicaciones con la costa catalana y levantina.
En el mismo ámbito, los socialistas plantearon también el refuerzo de los principales puertos marítimos del arco mediterráneo, concretamente, el triángulo formado por Barcelona, Valencia y Palma de Mallorca, así como el proyecto de gasoducto que debe unir Valencia con Baleares, una obra para la cual el presidente Francesc Antich reclamó ayudas económicas para su ejecución, informa Andreu Manresa.
El presidente del PSC, Pasqual Maragall, explicó que la filosofía de estas propuestas radica en la necesidad de impulsar las regiones mediterráneas, ante el 'diseño de la política española, basado exclusivamente en el hecho que hay una capital [Madrid] y un esquema radial que la une con todos los extremos y se olvida de que existen arcos que quedan abandonados'.
Trasvase del Ebro
Sin embargo, una de las cuestiones que levantó más expectación, precisamente, en pleno delta del Ebro, fue el Plan Hidrológico Nacional (PHN). Los dirigentes socialistas destacaron la unidad existente en el partido de oposición a la ley aprobada por el Gobierno del PP con el apoyo de CiU y Coalición Canaria. El dirigente valenciano Joan Ignasi Pla secundó el rechazo de los socialistas de su comunidad al buque insignia de la ley: el trasvase del Ebro. 'En la Comunidad Valenciana hace falta agua, esto es una realidad', afirmó. 'Lo que le decimos al Gobierno es que la mejor forma no era haciendo este macrotrasvase de norte a sur. Tenían que comprometer inversiones en reutilización, desalinización y mejora de los regadíos', añadió. A juicio de Pla, además, el Ejecutivo central no puede 'privar del agua que la comunidad necesita' con 'inversiones a largo plazo que no sabemos si se ejecutarán'.
Por su parte, el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, insistió: 'Éste no es nuestro PHN y nuestro modelo es diferente al planteado por el Gobierno'. Iglesias se refirió también a la 'solidaridad' entre los socialistas para refrendar la oposición del partido a la ley.
Precisamente, socialistas catalanes y aragoneses están estrechando en las últimas semanas su colaboración en el plano organizativo y logístico ante la manifestación en Bruselas el próximo 9 de septiembre. Una protesta a la que, finalmente no acudirá el presidente aragonés, aunque sí tomarán parte representantes de los dos partidos que forman el Ejecutivo de la comunidad (PSOE y Par). Por otra parte, Iglesias confirmó que espera reunirse durante este otoño con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, tras entrevistarse la pasada primavera con la comisaria de Medio Ambiente, Margott Wallström.
En la reunión de ayer, celebrada en un ambiente distendido y con la asistencia de alcaldes y cargos socialistas de las comarcas del Ebro, se planteó también la necesidad de establecer un foro de relaciones entre estas cuatro comunidades autónomas así como la celebración de encuentros con el resto de regiones españolas. A nivel interno de partido, sin embargo, rechazaron la posibilidad de crear un lobby de presión y coincidieron en destacar su comodidad dentro del PSOE.
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