Caza y captura de inmigrantes
Veo las imágenes de televisión en las que se da caza y captura a un numeroso grupo de emigrantes en Barcelona y no puedo evitar un profundo sentimiento de indignación e impotencia al contemplar el miedo y la desesperación que se dibujan en los rostros de esas personas perseguidas cuando, finalmente, les alcanzan.
Se les ahoga en sus lugares de origen, permitiendo gobiernos corruptos que esquilman sus recursos para beneficio de ajenos, y cuando huyen en busca de un futuro mejor y llaman a nuestra puerta, les echamos literalmente a patadas, si antes no han muerto intentando alcanzar nuestras costas.
Me vienen a la memoria recuerdos de mis padres, emigrando a principios de los 60, igual que otros muchos entonces (igual que estos inmigranes ahora), llegando a un país europeo sin saber una palabra del idioma local, para trabajar en lo que nadie quiere.
Ironías del destino, ahora nos permitimos el lujo de utilizar una auténtica porquería de ley para expulsar a estas personas y poner puertas al campo. No sé cómo no se nos cae la cara de vergüenza.
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