Azkuna asegura que "no hay nada que merezca una pizca de violencia"

Azkuna eligió para su discurso -el de la recepción que antes de las fiestas de la ciudad ofrece cada año en el Ayuntamiento a las autoridades- un perfil menos político que el año pasado, cuando dedicó más de la mitad del tiempo a la violencia de ETA. Entonces, reclamó a todos los partidos una 'actitud clara contra la violencia'. Aquella Aste Nagusia comenzaba tras varias semanas de sangrienta ofensiva de la organización terrorista.

El regidor bilbaíno se centró ayer en reivindicar principios como la tolerancia, la libertad y la paz. 'Una villa que quiere competir a nivel internacional, que hoy por hoy es la enseña de Euskadi en el mundo, que convive en un país con una renta europea, una ciudad abierta al mundo no puede caer en el fanatismo, la intolerancia, el miedo ni el fatalismo', afirmó en un discurso en euskera y castellano ante el resto de la corporación -con la tradicional ausencia de Euskal Herritarrok-, la ararteko, Mertxe Agúndez, y otras autoridades.

Azkuna insistió en que los bilbaínos quieren dirimir los problemas con 'sus vecinos, llámense conflictos, desavenencias o desacuerdos' por cauces pacíficos y civilizados, a diferencia de otros pueblos cuyos enfrentamientos armados llegan a nuestros hogares a través de los medios de comunicación día sí y día también. 'No queremos que nuestro pueblo sea punto de interés informativo diario como si de Oriente Próximo o los Balcanes se tratara', advirtió el regidor, quien no hizo ninguna declaración al margen de su breve discurso.

Agradeció el primer edil el apoyo de las instituciones que ha permitido a Bilbao ir resurgiendo de la apatía hosca y gris ante la escasez de apoyos e inversiones.