Un sumario contra Gil fue borrado 16 días después de la primera denuncia

También la juez instructora del caso, Blanca Esther Díez, y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), recibirán por escrito los resultados del rastreo, que además ha permitido determinar que en el borrado se utilizaron dos ordenadores correspondientes a los juzgados 1 y 7 -en el 5 no hubo borrado- y dos claves personales diferentes.

Según explicaron fuentes próximas a la investigación, el sistema informático Adriano, utilizado en los juzgados andaluces, exige el uso de la clave personal para acceder a los procedimientos, para realizar cualquier tipo de inserción en ellos y, por supuesto, para borrarlos total o parcialmente, quedando registrados en el sistema los ordenadores y claves desde las que se ha entrado, la fecha y la hora. Además, los ordenadores y claves asignadas a los funcionarios sólo son válidas para acceder a los casos que se llevan en el propio juzgado y no en otros.

Así se ha podido determinar que los sumarios del Juzgado de Instrucción número 7 se borraron entre las 9.00 y las 10.00 horas de la mañana de los días 4 y 5 de julio, mientras que los del número 1 se eliminaron los días 27 de julio y 2 de agosto.

La primera desaparición fue advertida por una funcionaria el 17 de julio. Esta trabajadora se puso en contacto ese mismo día con el servicio de ayuda a los usuarios del programa Adriano para comunicar el problema, que en principio no se achacó a una acción intencionada. Pero, dos días después, el 19 de julio, la misma funcionaria detectaba la desaparición de otro sumario.

La Junta envió entonces unos técnicos a recuperar los documentos, pero siempre considerándolo un fallo en el uso del sistema informático. Las alarmas saltaron cuando, a principios de agosto, la misma funcionaria comunicó la desaparición de nuevos archivos, ahora en el Juzgado de instrucción número 1.

El uso de dos claves diferentes en el borrado no implica necesariamente, según estas fuentes, que el borrado lo hayan efectuado dos personas, ya que los funcionarios suelen conocer las claves de sus compañeros.

La recuperación del material informático se completó el pasado día 10, y para evitar nuevos problemas se ha creado una base de datos, paralela con los archivos recuperados, a la que sólo se puede acceder con su clave el juez instructor correspondiente.

Al borrado de archivos informáticos hay que sumar el robo de unos 50.000 folios correspondientes a 15 sumarios contra el alcalde de Marbella. La recuperación de este material resulta mucho más difícil, y el peritaje judicial sólo puede realizarse sobre documentos originales.

Uno de los casos más afectados es el del de la estatua rusa, en el que se acusa a Gil de falsedad documental, malversación de caudales públicos y prevaricación en la compra de una estatua al escultor ruso Tsereteli por unos 200 millones de pesetas. Nueve de los diez tomos de este sumario, concluido y pendiente de juicio, han desaparecido del Juzgado número 5.

La portavoz del PSOE en Marbella, Isabel García Marcos, que ejerce la acusación en este y otros muchos casos contra Gil, situó ayer el móvil del robo precisamente en este procedimiento. 'Es el sumario en que se piden penas más importantes y cuya reconstrucción resulta complicadísima sólo con copias', dijo. El juez ya se las ha pedido a las partes.