Diplomacia evanescente
El Gobierno macedonio y los representantes de los albaneses han firmado un acuerdo deseado fervientemente por los mediadores de la UE, EE UU y la OTAN. Pero es una paz incierta, concluida con reservas mentales por ambas partes. (...) En Oriente Próximo, israelíes y palestinos aceptaron en teoría la tregua propuesta por el ex senador estadounidense George Mitchell. Pero los primeros esperan que los segundos demuestren que están preparados para respetarla; y Arafat pide con insistencia el envío de observadores internacionales. En Irlanda del Norte (...) se ha suspendido por ahora el momento de colaboración. (...) Las tres crisis (...) han puesto a prueba la capacidad mediadora de las mayores potencias. (...) ¿Puede existir un orden mundial si los 'grandes' no logran resolver los conflictos en los que están directa o indirectamente implicados? (...) En política internacional el mediador tiene éxito sólo cuando está dispuesto a (...) utilizar la fuerza de sus argumentos. En Macedonia, la OTAN (...) no tiene la intención de arriesgar la vida de sus hombres. Los insurgentes lo saben y se aprovechan. (...) En el Ulster las tres potencias implicadas -Reino Unido, Irlanda y EE UU- deben tener en cuenta las simpatías que cada una de las facciones suscita en su propia sociedad. (...) En el conflicto palestino-israelí la mediación es aún más evanescente. (...) Bush espera, con una actitud aparentemente neutral, conservar la amistad de israelíes y palestinos. No lo logrará y demostrará una vez más que la mediación funciona sólo cuando el mediador está dispuesto a arriesgarse.
Sergio Romano
Milán, 14 de agosto
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.