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'Autopropagandas Antinori'

El ginecólogo italiano Severino Antinori, de 56 años, lleva años autopromocionándose. Ahora se presenta como paladín pionero de la clonación humana, tras haberse hecho famoso como especialista en conseguir que mujeres menopáusicas sean madres mediante tratamientos de fecundación artificial.

En 1994 una cliente italiana de 63 años tuvo un bebé que, según Antinori, venía a 'colmar el vacío de su vida causado por la muerte de un primer hijo en accidente'. Era el récord en una serie de experimentos que ya en 1993 obtuvo primeras páginas en la prensa por el nacimiento de gemelos de una ejecutiva británica de 59 años.

Antinori -calificado de 'partero de abuelas' por sus detractores, que no se recatan en acusarle de 'tomar a las mujeres por un útero'- abrió en 1980 un centro de reproducción asistida en las cercanías del Vaticano con su esposa, la bióloga Caterina Versaci. Creyente declarado, replica a las críticas que le hace la Iglesia -el cardenal Joseph Ratzinger le ha acusado de querer 'imitar a Hitler'- y declara que la ciencia italiana está 'en manos de los talibán católicos'.

En 1995 anunció que haría padre a un cura estéril que deseaba un hijo de la mujer con quien mantenía una relación estable. El Colegio de Médicos decidió intervenir contra el ginecólogo. Luego quedó claro que se había tratado de un golpe publicitario preparado por Antinori.

El facultativo protagonizó en 2000 una tentativa fracasada de entrar en política, en las elecciones regionales en el Lazio, en las listas de Autonomia Liberale, partido en el que aseguró militar, como antiabortista, 'por el derecho a la vida'.

Y el pasado marzo proclamó que tenía el proyecto de clonar 50 bebés en Israel. El Gobierno israelí se vio forzado a recordar que prohíbe la clonación humana.

Para justificar su último anuncio de clonar bebés de 200 parejas voluntarias en Estados Unidos, Antinori afirmó al pie del avión que le llevaría a Washington: 'No fabricaré niños-fotocopia, haré felices a miles de parejas'.

Antinori es secundado por un especialista de Kentucky en medicina reproductiva y empresario de productos contra la infertilidad, Panos Michael Zavos, que se define en Internet como 'auténtico pionero'.

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