El futuro de la universidad andaluza

Coincidiendo con el comienzo del siglo XXI se ha abierto el debate sobre una de las pocas instituciones centenarias que existen, la Universidad. En particular, en Andalucía se han superpuesto dos discusiones sobre el mismo, de una parte la reforma de la LRU puesta sobre la mesa por la Ministra de Educación y Cultura, que afecta a todas las Universidades españolas, y de otra el dictamen sobre la situación del Sistema Universitario Andaluz, elaborado en el Parlamento de Andalucía en cumplimiento del compromiso de investidura del Presidente Chaves.

No obstante esta coincidencia en los tiempos, la realidad ha sido una diferencia abismal en cuanto al procedimiento. Así, mientras la Ministerio de Educación y Cultura ha presentado la reforma de la LRU sin un debate previo, en el que participen los distintos agentes afectados, el dictamen del Parlamento de Andalucía se ha elaborado en un grupo de trabajo en el que han comparecido Rectores, Presidentes de Consejos Sociales, agentes sociales, alumnos y un plantel de 19 especialistas. Fruto de esta distinta forma de trabajar ha sido que, mientras el dictamen del Parlamento de Andalucía ha obtenido la aprobación de todos los grupos parlamentarios (PSOE, PA, IU y Grupo Mixto), salvo el del PP que no encontró motivos para votar en contra y se abstuvo, la reforma de la LRU ha cosechado, nada más darse a conocer, la oposición de casi todos los grupos políticos, de muchos gobiernos autonómicos, de la Conferencia de Rectores, de las asociaciones de estudiantes, de los sindicatos, etcétera.

Esta diferencia es la que permite afirmar que, en tanto a la reforma de la LRU, planteada por el gobierno de Aznar, le quede mucho para conseguir una ley que regule los aspectos básicos de la Universidad con cierto atisbo de estabilidad, la Junta de Andalucía cuenta con un marco de consenso para definir la evolución futura del Sistema Universitario Andaluz. En el Dictamen aprobado por el Parlamento de Andalucía se pueden encontrar respuesta, entre otras, a las siguientes cuestiones:

¿Cuáles son los principales retos a abordar en el Sistema Universitario Andaluz?

Una vez extendido el sistema universitario andaluz a todas las provincias de Andalucía y alcanzadas unas cotas de escolarización universitaria similares a las del resto de España, el principal reto de las universidades andaluzas es la introducción de calidad en el sistema, para lo que se requiere aumentar los recursos financieros y ordenar el Mapa Andaluz de Titulaciones, a fin de eliminar las ineficiencias derivadas de la inadecuación entre la oferta y demanda de estudios.

¿Cuánto dinero se destinará a la enseñanza superior andaluza?

Se estima que para afrontar los retos de calidad es necesario que se destine a la enseñanza superior el 1,5 de PIB andaluz, financiado en un 20% con recursos privados (matrículas y otros) y en un 80% con recursos públicos, y destinándose al menos un 20% del total para financiar la enseñanza superior no universitaria (formación profesional superior). Estos objetivos habrán de alcanzarse en el plazo de seis años, siempre que la financiación autonómica recibida por la Junta de Andalucía del Estado se incremente en al menos un 10%. Además el coste de las matrículas no deberá incrementarse más que la inflación y deberán eliminarse las diferencias de financiación pública entre las Universidades andaluzas.

¿Cómo se planificará y controlará la financiación pública de las Universidades Andaluzas?

El incremento de fondos destinados a financiar las Universidades obliga a un reforzamiento del control de los recursos públicos, de ahí que todas las Universidades tendrán que elaborar un Plan Estratégico, que dará origen a Planes Operativos de Mejora de la Calidad anuales, de los que se habrá de dar cuenta ante el Parlamento de Andalucía. Además habrán de implantarse sistemas de contabilidad analítica y se elaboraran unos listados de parámetros de evaluación que medirán las mejoras de calidad.

¿Cómo se organizará la financiación universitaria?

Las Universidades andaluzas recibirán recursos por dos vías: primero, con una financiación básica, por alumno o crédito, que será la encargada de garantizar la igualdad y la suficiencia de recursos, y que tendrá como destinos principales eliminar la precariedad laboral y solucionar los problemas de infraestructura; y, segundo, con una financiación afecta a los resultados obtenidos en aplicación de los Planes Operativos de Mejora de la Calidad, que se regirá por Contratos Programa supeditados a la mejora de la calidad en la docencia, en la gestión y, en especial, de la investigación.

¿Qué se podrá estudiar en Andalucía?

Los estudiantes andaluces deberán poder estudiar cualquier titulación del catálogo general que disponga de una demanda real y si la misma no se imparte en Andalucía deberán obtener ayudas a la movilidad, además las Universidades andaluzas vendrán obligadas a acercar paulatinamente la oferta de plazas a la demanda de las mismas, existiendo un grupo de titulaciones que por su elevada demanda se impartirán en todas las provincias.

¿Qué ocurrirá con las titulaciones con pocos alumnos?

Para aquellas titulaciones poco demandadas habrá que reorientar los recursos hacia titulaciones propias y hacia otras titulaciones oficiales complementarias y se establecerán programas para aumento del rendimiento investigador y de colaboración en actividades de formación profesional de grado superior. En caso de que se repitan en más de una Universidad titulaciones con escasos alumnos se acordarán sistemas para evitar las duplicidades.

¿Cómo se procederá para crear nuevas titulaciones?

Tendrán prioridad las titulaciones aún no implantadas en Andalucía, estando obligadas las Universidades a programar en sus Planes Estratégicos las nuevas titulaciones a crear y a justificar la necesidad de las mismas. Además previamente habrán de planificarse las soluciones a los problemas de los títulos con baja demanda y la Administración estará obligada a financiar los gastos adicionales que generen las nuevas titulaciones.

Con estas medidas, y otras muchas recogidas en el texto del dictamen, se pretende conseguir ese salto de calidad que las Universidades andaluzas necesitan y del que depende en gran medida el bienestar futuro de los andaluces.

Luis Ángel Hierro es diputado en el Parlamento de Andalucía y representante del Grupo Parlamentario Socialista en el Grupo de Trabajo sobre la situación del Sistema Universitario Andaluz.