100 inmigrantes, 'testigos protegidos' en Madrid tras denunciar a sus proxenetas
Alrededor de un centenar de mujeres inmigrantes que ejercían la prostitución en Madrid están acogidas a la Ley de Protección de Testigos y a la ley de Extranjería tras haber denunciado durante el último año y medio a las mafias que las trajeron para explotarlas, según fuentes policiales. Estas mujeres, que entraron irregularmente en España procedentes de Europa del Este, África y Latinoamérica, tienen garantizado el anonimato y un permiso de residencia. La policía y la Guardia Civil están muy satisfechas con los resultados de este plan, pero los organismos que acogen en pisos a estas mujeres están desbordados porque no pueden satisfacer la demanda.
Del centenar de mujeres, 47 proceden de países de Europa del Este, según fuentes de la Brigada Provincial de Extranjería de Madrid, que es una unidad pionera en esta modalidad de lucha contra las redes de explotación. El resto de las inmigrantes están colaborando con investigaciones que realiza la Brigada Central de Extranjería, cuyo ámbito de actuación es todo el territorio nacional, y la Guardia Civil.
Todas las mujeres se han acogido al artículo 59 de la Ley de Extranjería: 'El extranjero sin documentación o documentación irregular y víctima de explotación en la prostitución podrá quedar exento de responsabilidad administrativa y no será expulsado si denuncia a las autoridades competentes a los autores o cooperadores de dicho tráfico'. Además, las mujeres están acogidas a la Ley Orgánica 19/ 1994 de Protección de Peritos y Testigos. Fuentes policiales señalan que la mayoría de estas mujeres 'están muy machacadas' tras haber sido víctimas, en ocasiones, de malos tratos y violaciones múltiples.
Las mujeres que han denunciado a las redes escaparon previamente de las mafias que las explotaban. El primer lugar al que acuden es a alguna ONG, que en muchos casos ya se han puesto en contacto con ellas, por ejemplo, en la Casa de Campo. En el piso que la Asociación Para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituta (Apramp) tiene en Madrid, residen cuatro mujeres que fueron víctimas de las redes: dos son rusas y dos rumanas. 'Tenemos muchas más demanda de chicas que quieren entrar que sitio. No podemos acoger a todas. La financiación corre de nuestra cuenta', explican en Apramp. Esta asociación ha tramitado en los últimos siete meses 23 expedientes y 48 durante el año 2000.
Apramp no es el único organismo que está teniendo problemas para colocar a las mujeres en esa situación. La congregación de monjas oblatas, que tiene un piso de acogida en el barrio madrileño de Carabanchel también tiene similares problemas. 'Nos han llamado incluso unas colombianas desde Italia porque querían venirse con nosotras', explican fuentes de la congregacíón.
Como los pisos de acogida están desbordados, muchas de estas mujeres inmigrantes se están quedando en pisos particulares.
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