_
_
_
_
COMISIÓN EUROPEA

La economía sumergida factura más de 20 billones anuales en España

El sector agrícola y el de la construcción, principales fuentes de dinero negro, según la UE

Los diferentes estudios que maneja la Comisión Europea coinciden todos en que la economía no declarada ha estado creciendo en los últimos años de una manera espectacular en la UE. Los nuevos datos utilizados por Bruselas reflejan que en el caso más optimista la riqueza generada por el mercado negro del empleo se situó en el 14% del PIB en 2000. Los datos más pesimistas la elevan al 20%. Si se comparan con las estimaciones recogidas en la comunicación de la Comisión de 1998, entonces la riqueza generada por la economía informal se calculó entre el 7% y el 19% del PIB comunitario.

España está siguiendo la misma evolución. Los datos actualizados por los servicios de la Dirección General de Empleo y Asuntos Sociales de la Comisión Europea confirman que la economía sumergida generó una riqueza equivalente al 22% del PIB español el año pasado, es decir, algo más de 20 billones de pesetas. Dos años antes, la economía sumergida española representaba el 15% del PIB. Estas cifras están al mismo nivel que las de Bélgica y Portugal.

Más información
Impacto de la economía sumergida.
El 90% de los inmigrantes ilegales realiza trabajos no declarados en condiciones de explotación
Foro:: Opine sobre este tema

El sur de Europa La creencia popular de que la economía que vive al margen de Hacienda es más popular en el sur de Europa que el norte se confirma con este estudio. La Comisión forma distintos grupos de países para diferenciar el impacto del empleo sumergido en sus economías. Los países más formales, donde el mercado negro se calcula en un 5% del PIB, son los escandinavos y Holanda. Austria formaba parte de este grupo en 1998, pero en 2000 superó ligeramente este nivel y se situó, según los últimos datos, en el 8% de su PIB. En la parte opuesta, los mediterráneos se llevan la peor parte. Grecia tiene el récord con el 30%. A muy poca distancia están España, Portugal, Italia y Bélgica (a pesar de estar en el norte), con el 22% del PIB. Las grandes potencias europeas ocupan plazas intermedias: Alemania tiene el 10%, lo mismo que Francia, mientras que en el Reino Unido asciende al 13%, tres puntos más que en 1998.

Dentro de la UE, se calcula que hay entre 10 y 28 millones de personas que realizan trabajos sin contrato, según se tome como referencia la estimación más optimista o la más pesimista. Dicho de otra manera, la ecomomía sumergida supone entre el 7% y el 19% del empleo total de la UE y casi el doble del volumen de población activa desempleada.

Los servicios de la Dirección General de Empleo de la UE advierten que la mayoría del trabajo no declarado es realizado por personas contratadas en la economía formal y que están cubiertas por la Seguridad Social. Esta bolsa también está formada por personas económicamente inactivas, como estudiantes, amas de casa o jubilados anticipados, además de parados y un número cada vez mayor de inmigrantes.

La Comisión explica que los empresarios no suelen declarar ante las autoridades públicas cualquier actividad remunerada para evitar el pago de impuestos y de las cotizaciones sociales, lo que le permite reducir los costes. 'El trabajo no declarado pone en peligro la financiación y la protección social, así como el sostenimiento de los servicios públicos. Esto crea un círculo vicioso porque obliga a los gobiernos a aumentar los impuestos y se crea así un nuevo incentivo para la economía sumergida', a la vez que se castiga injustamente a los trabajadores por cuenta ajena, que sí están sujetos a los impuestos, según una fuente comunitaria.

También se atribuye este aumento en la riqueza generada por la economía sumergida a la creciente demanda de servicios personalizados -cuidados, limpieza-, la reorganización de la industria en cadenas de subcontratación y a las nuevas tecnologías, que permiten nuevas posibilidades de trabajo. Estos tres factores llevan además un aumento de la actividad laboral por cuenta propia, que ven en la economía informal una vía para evadir impuestos y una oportunidad para aumentar las ganancias. El estudio revela que los sectores en donde hay más economía sumergida son el agrícola y el de construcción, seguido del comercio al por menor, los servicios domésticos, la restauración y las manufacturas. Son sectores donde se utiliza mucha mano de obra barata.

Bruselas considera que la mejor vía para combatir este problema que afecta a las finanzas de las economías europeas y al mercado de trabajo es introduciendo incentivos fiscales apropiados y adaptando los sistemas de protección social y la legislación laboral europea para adaptarse a los nuevos tipos de trabajo. 'Es importante disminuir los incentivos económicos que llevan a no declarar el trabajo', concluyó la fuente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_