La desaceleración internacional frena la economía española hasta el 3%

La economía no abandona el camino de la ralentización. Si en el primer trimestre de este año el PIB creció tres décimas menos que en los últimos tres meses de 2000, de abril a junio pasados la desaceleración alcanzó ya el 0,4%, según el último informe del Banco de España publicado ayer. Con todo, ese crecimiento del 3% continúa siendo apreciablemente superior al de los países del entorno. Según el instituto emisor, la economía española ha seguido ajustando su ritmo al tono que marca el contexto exterior, 'pero conservando un dinamismo que, favorecido por unas condiciones monetarias relativamente laxas, se sustenta también, en gran medida, en el aumento del empleo'.

Esta situación le ha permitido corregir algunos desequilibrios de la larga etapa de expansión, como el déficit exterior o el descenso de la tasa de ahorro familiar, mientras se consolidan la reducción de la tasa de paro, aunque a menor ritmo, y el saneamiento de las cuentas públicas.

Sin embargo, el Banco de España alerta de la desaceleración que se está produciendo en la renta de las familias y la caída de su riqueza financiera, como se ha puesto de manifiesto en el descenso de la inversión en la vivienda.

También advierte de que no se ha producido el 'previsible' descenso de la inflación. Por dos motivos: el rebrote de algunos precios alimenticios y la prolongación, mayor de la prevista, de las tensiones en los mercados petrolíferos.

Como en el anterior trimestre, el instituto emisor insiste en que el incremento de los salarios en lo que va de año 'es elevado', dando por interrumpida la moderación salarial que ha caracterizado el ciclo expansivo de la economía española y que ha sido un elemento fundamental en el aumento de la capacidad de creación de puestos de trabajo, que ahora pueden estar en peligro.

'Paraísos fiscales' La institución que dirige Jaime Caruana recomienda que se contenga el crecimiento de los costes laborales y que se mejore la eficiencia de algunos mercados, en los que 'los márgenes empresariales son considerables'

En el boletín del Banco de España se resumen las principales novedades de la orden ministerial del 28 de mayo que regula las inversiones procedentes del exterior, así como las que se dirigen a países extranjeros. Se establece que las inversiones extranjeras procedentes de paraísos fiscales deberán ser declaradas al Registro de Inversiones, antes de su realización. Las excepciones son las inversiones en valores negociables y cuando la participación extranjera no supere el 50% del capital de la sociedad española destinataria de la inversión.

Las inversiones españolas que van a paraísos fiscales también deben ser declaradas previamente, excepto si son en valores o si el inversor no podrá influir en la gestión de la sociedad extranjera. Se considera que, con un 10% o más, sí existe capacidad de influencia.