Pasajeros, a las letrinas

'Todavía no le ha tocado el turno a la estación de autobuses', asegura el concejal de transportes, Francisco Zaragoza. Mientras, en los cuartos de baño de la central, una docena de mujeres esperan el suyo para relajar el vientre antes de iniciar el viaje. 'Creo que puedo aguantar. Más que un baño de mujeres, parece un baño de mujeres valientes', comenta Mercedes tras echar un vistazo al interior de los aseos. Son las 11 de la mañana y más de un viajero, siguiendo el ejemplo de Mercedes, opta por la resignación antes de hacer uso de las seis letrinas que diariamente dan la bienvenida a los 14.000 viajeros que recibe la estación. Junto al lavabo, tres cucarachas agonizan; reflejan la dejadez de una de las estaciones de mayor flujo turístico en España.

El jefe de la estación, Eloy Villena, admite la despreocupación ante el mal estado de la estación por parte de las autoridades. Durante la última reforma, emprendida en 1991, se renovó el mobiliario urbano y se pintaron las paredes interiores, recuerda. 'Quizá no se esté invirtiendo en la mejora de instalaciones porque estamos esperando la construcción de una nueva estación intermodal, donde confluirán la estación de trenes con la de autobuses'. Fuentes de la Consejería de Obras Públicas han señalado que el proceso se haya en fase de anteproyecto y delegan en el Ayuntamiento cualquier tipo de inversión en la actual estación de autobuses. 'Hasta la fecha, nadie me ha comunicado cuándo se va a construir el nuevo recinto, todo lo sé por rumores', comenta Villena. Quizá también espere su turno para ser informado de los años que seguirá regentando una estación 'que se quedó pequeña hace ya muchos años'.

A las 12.30 horas, desde el Parque Central de Bomberos de la ciudad, a menos de 30 metros de la entrada de autocares, uno de los camiones de emergencia atraviesa el tercer andén aprovechando un momento de poco tránsito. Mientras, el concejal Francisco Zaragoza dice que es un 'caso excepcional', el jefe del Parque de los Bomberos, Idelfonso Prats, denuncia que la proximidad con la estación dificulta la salida de las unidades 'especialmente en horas punta, cuando los coches estacionan en doble fila para traer o recoger pasajeros'.

Quienes también esperan su turno son los pasajeros que se agolpan en el primer andén, el único que tiene asientos en sombra a esta hora de la mañana. 'No se sabe donde hace más calor, si dentro o fuera', comenta uno de los policías encargados de velar por la seguridad del local.Un autobús descarga a las 16.30 de la tarde sus pasajeros en el andén número dos. Su conductor critica la escasez de pistas para los 600 autocares que tienen parada en la ciudad. 'Hasta la estación de Petrer tiene más andenes. Aquí en Alicante sólo hay cuatro y además la gente te pregunta constantemente porque están mal señalizados'.

Según comenta el responsable municipal, Francisco Zaragoza, el alcalde 'consciente de la situación en que se encuentra la estación' ha asegurado su intención de reformarla antes de la próxima apertura de la intermodal, para la que todavía no hay un calendario definitivo. El proyecto está supeditado al del enterramiento de las vías del tren a su paso por Alicante.