'Este modelo de financiación no será el definitivo'

El pacto de financiación autonómica supone un avance, pero es insuficiente porque da escasa capacidad fiscal a las autonomías y en el caso de Cataluña no resuelve la diferencia de ingresos per cápita con otras comunidades. Así se expresa Antoni Castells, secretario de Economía del PSC y catedrático de Hacienda Pública.

Pregunta. ¿Cómo evalúa el reciente acuerdo de financiación?

Respuesta. El modelo no será el definitivo, aunque supone un paso adelante respecto al anterior. Permite cerrar mal que bien el pasado, pero quedan aspectos fundamentales que habrá que abordar en el futuro: una mayor responsabilidad fiscal en el terreno normativo, la participación en la administración tributaria y la progresiva equiparación de los ingresos por habitante de las comunidades, sobre todo entre las forales y las de régimen común. Aun así, hay que evitar las actitudes de blanco o negro a las que a menudo conduce el debate político. El principal avance es la introducción de la denominada cesta de impuestos, que permite mayor vinculación entre los ingresos de la Generalitat y los impuestos pagados por los ciudadanos, y menos dependencia de las transferencias del Estado.

P. ¿Y por qué cree que no se han abordado estos temas?

R. Por desgracia, la negociación ha estado más centrada en la distribución de las cuantías que en la discusión del modelo. Ha faltado sosiego y perspectiva para abordar las grandes cuestiones de fondo. Por eso, habrá que hacerlo en el futuro.

P. La Generalitat dice que ingresará 86.000 millones más el primer año del pacto y 229.000 el último. Ustedes han dicho que no se creen las cifras ¿Por qué?

R. ¿Pero usted por qué cree que el Gobierno de CiU se ha lanzado a esta enorme operación de marketing, de bombardeo mediático, tratando de convencer a la opinión pública de que los resultados logrados son excepcionales? ¿Alguien ha visto a otra autonomía hacer una cosa semejante? La Generalitat sabe que está en falso en este terreno. Pero en Cataluña ya estamos acostumbrados a la política de la ducha escocesa: pasamos del victimismo al triunfalismo sin solución de continuidad. No pasará mucho tiempo antes de que empiecen a cuestionarse estos resultados los mismos que ahora los presentan de forma tan autocomplaciente. A mí me parece una mala forma de hacer política y prefiero el rigor en el planteamiento de los problemas y avanzar gradualmente en su solución.

P. ¿Cómo evalúa las cifras que ha dado la Generalitat?

R. No voy a entrar en una batalla de cifras por respeto a la opinión pública, que acaba pensando que todo el mundo usa los números según le conviene. Pero las cifras que se han proporcionado son poco creíbles. Son un ejercicio de prospectiva más que discutible. Cuando dispongamos de cifras reales, las estudiaremos y daremos nuestra opinión, de esto que no quepa la menor duda. De momento, aún no han tenido la amabilidad de proporcionar a las restantes fuerzas parlamentarias los números que tan profusamente han divulgado a la opinión pública. Esto, aparte de una falta de respeto y de una concepción muy peculiar del juego de las instituciones, es la mejor prueba de hasta qué punto no están demasiado dispuestos a someter estas previsiones a un escrutinio un poco riguroso.

P. Pero ¿qué opinión le merecen estas cifras?

R. Jordi Pujol y Artur Mas cifraron los resultados de la negociación en obtener 400.000 millones de pesetas más para la Generalitat. Siempre me pareció un planteamiento irresponsable y demagógico. Pero éstos fueron los objetivos que se fijaron, y supongo que es en función de ellos como habrá que evaluar su gestión. De acuerdo con sus propias cifras, que habrá que examinar a fondo, el año 2002 conseguirán, como máximo, 86.000 millones más. Por tanto, habrá que comparar los 400.000 con los 86.000. Además, según las pocas cifras que ha dado Hacienda, los ingresos por habitante de Cataluña están claramente por debajo de la media. Ocupa el puesto número 10 entre las 15 comunidades. Ahí tenemos un problema serio, que se agrava si incluimos a las comunidades forales, y sería bueno que tratáramos de ponernos de acuerdo en resolverlo, en lugar de hacer exhibiciones de triunfalismo.

P. El PSC y otras formaciones, como ERC, plantearon una propuesta catalana sobre financiación que aunara las de todos los partidos. ¿Por qué no se hizo?

R. Por la dependencia de CiU respecto del PP en el Parlament. Nosotros sabíamos que en esta situación el Gobierno de la Generalitat no tenía ninguna fuerza para negociar con el PP. Por eso nos brindamos a formular una propuesta catalana. Cataluña tiene una gran fuerza cuando se presenta unida y actúa con una sola voz. Y aunque el Gobierno del PP tiene mayoría absoluta, dudo mucho que se hubiera podido permitir aprobar un nuevo sistema de financiación contra la opinión de Cataluña.

P. Al PSC no le gusta el pacto, pero las comunidades socialistas lo han firmado.

R. Es lógico porque supone un paso adelante y porque a las comunidades que quedaron fuera del anterior acuerdo se les aplicó un sistema más desfavorable y no querían que se repitiera esta situación. Pero esto no impide seguir defendiendo una mejora del modelo, como propugnan tanto estas comunidades como el partido socialista.