CARLOS FUENTES USA EL ABECEDARIO COMO EJE DE SU NUEVO LIBRO

Llegó Carlos Fuentes a El Escorial (Madrid) y le faltó tiempo para deshacerse de la corbata y abrirse un par de botones de su camisa. De este modo comenzó la conferencia prometida a los alumnos matriculados en los cursos de verano de la Universidad Complutense sobre el proceso democratizador mexicano. Apasionante momento político en el que el escritor participa como mejor sabe: palabras, ideología y vigilancia.

'La democracia es lenta, tiene que serlo, pero hay que estar vigilantes'. El Premio Príncipe de Asturias hizo un repaso exhaustivo y ameno de la historia de su país desde los aztecas hasta 'la dictadura perfecta' del Partido Revolucionario Institucional (PRI), 'el partido de las mil caras, que ahora sólo tiene una, la derrota'.

Pero un poco antes de quitarse la corbata, Fuentes contó a los periodistas sus últimas andanzas literarias. ¿Queda algo por escribir de la historia de México? 'Nada más que mi epitafio', bromeó el novelista. ¿Y otros planes? Hay otros: el escritor mexicano tiene contratado un libro para la editorial francesa Ce Que Je Crois. Se trata de uno de esos volúmenes en los que la personalidad, las creencias, la ideología y los sentimientos del autor se revelan a través de unas palabras seleccionadas alfabéticamente. Algo así como un fuentecedario.

Riqueza común

'Es fácil, por la letra 'a' hablaré de amor y amistad, por la 'b' de belleza, de Balzac, de Buñuel; por la 'c' de celos. Sí, los celos son importantes, es parte de la vida'. Ha escogido ya todas las letras, menos la 'z'. ¿Zapatista, quizá? Todavía no se sabe. Tampoco dijo nada de su nueva novela, pero está en ello.

A Carlos Fuentes le resulta difícil diferenciar entre literatura española y latinoamericana. 'No quiero hacer una zanja en el Atlántico, todos contribuyen a la riqueza común de la lengua'. Y de las letras. Fuentes impregnó su conferencia política de destellos literarios y de bromas. En su repaso por los virreyes, caciques, dictadores y presidentes mexicanos, citó a Sebastián Gómez de la Gloria. Nombrecito de realismo mágico.

Carlos Fuentes levantó la cabeza en ese momento y dijo sonriendo: '¿Ven la dificultad que tenemos en América Latina para superar esto con la literatura? Si lo ponemos en una novela, los lectores no se lo creen'. Y siguió su conferencia veraniega, esa 'reunión entre profesores y alumnos, o sea, dos grupos que lo ignoran todo'.