Las chicas del Tour toman Bilbao

Igual que en 1992, cuando el Tour arrancó desde San Sebastián en pleno quinquenio victorioso de Miguel Induráin, la Grande Boucle femenina homenajea a Joane Somarriba estrenando su décima edición en las calles de Bilbao. La cita amenaza con poner boca abajo la capital vizcaína, que en la mañana del próximo domingo apenas admitirá más tráfico rodado que el de las bicicletas especiales de contrarreloj que emplearán las ciclistas del Tour femenino.

'Esta prueba ciclista es un acontecimiento desconocido para Bilbao, algo que superará con creces la alteración del tráfico causada por los actos del 700º aniversario y por cualquier otra fecha que recuerde', advirtió ayer Isabel Sánchez-Robles, concejal de Protección Civil.

El recorrido de la prueba cronometrada obligará a realizar cortes de tráfico en 64 puntos del recorrido, cuya salida y llegada se ubicará en la Gran Vía para transitar por el Puente Euskalduna, Campo Volantín, Begoña, Puente de la Salve y Alameda de Rekalde hasta completar un trazado de nueve kilómetros. La organización espera numeroso público en el recorrido y recomienda el uso del transporte público para acercarse hasta la prueba. Los accesos a Bilbao quedarán seriamente restringidos en Sabino Arana, Avenida de Zumalacárregui y Enekuri o por la carretera vieja que transita desde Getxo junto a la ría. Los ciudadanos pueden informarse en el 010 de todas las alteraciones previstas.

El Tour femenino celebrará el mismo domingo por la tarde su primera etapa en línea, 109 kilómetros entre Bilbao y Gernika mucho menos problemáticos en lo referente al tráfico. El prestigio de la ronda se ha reforzado después de superar notables titubeos y amenazas de desaparición. Este año, más de 100 televisiones de todo el mundo ofrecerán imágenes en directo de una prueba conquistada la pasada temporada por Joane Somarriba. La ciclista vizcaína, más discreta que el año pasado -a estas alturas ya se había impuesto en el Giro- vuelve a contarse entre las favoritas, repartidas en un total de 19 equipos.

Su concurso puede acabar por convertirse en su despedida. Somarriba ya declaró la temporada pasada, tras lograr el doblete Giro-Tour, que sus esfuerzos tenían fecha de caducidad: estimaba exagerada una dedicación a un deporte que, por lo demás, tampoco la ha tratado demasiado bien. La vizcaína tuvo que emigrar a Italia para poder militar en un equipo profesional y sólo en su madurez ha alcanzado el reconocimiento a su clase. En unas recientes declaraciones al periódico Andra, Somarriba ha reiterado su voluntad de colgar la bicicleta. 'Me estoy planteando dejarlo en breve, en un tiempo razonable', asegura la mejor ciclista española de todos los tiempos, esposa del profesional del Euskaltel Ramón González Arrieta. Somarriba llegó a dormir en albergues y colegios en su primer Tour. Ahora tendrá a su disposición confortables hoteles y toda una ciudad pendiente de sus pedaladas.