La Ertzaintza quiere tener los datos sobre ETA que envía París

El vicepresidente primero y ministro del Interior, Mariano Rajoy, anunció ayer que espera que Balza tenga la 'convicción política' de que hay que 'sumar esfuerzos' para acabar con ETA y que le propondrá realizar una 'acción conjunta' para combatir la kale borroka (violencia callejera) y para mejorar la eficacia de la lucha antiterrorista. Balza, según fuentes de su departamento, tiene intención de explicarle que la Ertzaintza cuenta ya desde hace tiempo con planes específicos y detallados de actuación contra la kale borroka, y que lo que hay que hacer ahora es plantear la presencia de la policía vasca en las reuniones bilaterales Madrid-París sobre terrorismo.

Desde el Ministerio del Interior se anticipa que el Gobierno central estaría dispuesto a estudiar la presencia de la Ertzaintza en la comisaría de Biriatou si Francia no se opone. Pero mucho más difícil se ve que la policía vasca pueda ser incluida en Schengen o que pueda participar en las reuniones bilaterales entre España y Francia. En cualquier caso, fuentes de Interior indicaron que no hay ningún 'veto' a priori y se mostraron dispuestas a negociar también ambos aspectos.

La polémica en la que se enzarzaron el pasado año ambos Ejecutivos pesará en esta cita. Entonces el Ministerio del Interior ocultó a la Ertzaintza información incautada a comandos etarras sobre jueces vascos y sobre el portavoz parlamentario del PSE, Fernando Buesa, posteriormente asesinado junto a su escolta, un ertzaina. La disputa se zanjó en la Junta de Seguridad (órgano que reúne a las dos Administraciones) con el compromiso de que en adelante se trasvasaría ese tipo de información operativa tras la desarticulación de los comandos. Era la etapa final de Jaime Mayor Oreja al frente del Ministerio del Interior antes de presentarse como candidato del PP a lehendakari.

En el caso de la seguridad de las personas, Balza reconoce que actualmente el intercambio de información es inmediato, 'lo que ha producido un mejor servicio de seguridad a las personas amenazadas por ETA'. Pero en su criterio la Ertzaintza sigue 'excluida' de los datos de relieve incautados a la banda en Francia, algo que ya fue criticado en febrero por el propio consejero. Su intención es exigir a Rajoy el cumplimiento del espíritu del acuerdo firmado en aquella reunión de la Junta de Seguridad, de forma que el trasvase de información sea total e incluso sea posible un triángulo de contactos Madrid-París-Vitoria a la hora de las reuniones de los expertos antiterroristas para profundizar en esa coordinación.

Otra de las reivindicaciones del Gobierno vasco, que ya se realizó en la época de Juan María Atutxa como consejero de Interior, es la presencia de la Ertzaintza tanto en la lista de policías que operan en el Acuerdo de Schengen para persecuciones en caliente [hasta 10 kilómetros en el territorio de un país vecino en pos de delincuentes que acaben de actuar], como en la comisaría conjunta de Biriatou. La primera exigencia tiene además el respaldo de un acuerdo del Parlamento vasco aprobado por mayoría en la pasada legislatura y evitaría sentencias condenatorias como las que recayó sobre cinco ertzainas en noviembre de 1999. Un tribunal de Bayona condenó a los agentes a pagar 450.000 pesetas por penetrar en 1996 en suelo francés persiguiendo a dos jóvenes franceses que habían arrollado a un policía vasco.

Se da la circunstancia, además, de que fue el ex ministro Mayor Oreja quien anunció, en una Comisión Mixta del Congreso-Senado, celebrada el 24 de febrero de 1998, en respuesta a una preguntas de PNV y EA, que la Ertzaintza iba a estar presente en dicha comisaría, en la que sólo están autorizados a operar policías españoles y gendarmes franceses. Pese al tiempo transcurrido, el anunciado acuerdo nunca pasó por la Junta de Seguridad para su ratificación y, en la actualidad, la Ertzaintza sigue fuera de la comisaría conjunta.