Amusátegui acepta negociar la solución a la crisis del BSCH

Los copresidentes del BSCH se lanzaron ayer mensajes para iniciar una negociación en busca de una salida a la crisis del banco. José María Amusátegui se muestra dispuesto a que su marcha de la entidad se adelante unos meses. Emilio Botín, a cambio, se comprometería a no convocar un consejo para destituir a Amusátegui y a ratificar a Ángel Corcóstegui, consejero delegado, con todos los poderes ejecutivos.

Después de una semana de enfrentamiento directo entre Emilio Botín y José María Amusátegui, copresidentes del BSCH, ayer optaron por buscar un arreglo 'pacífico', tal y como les había sugerido Rodrigo Rato, ministro de Economía, durante la semana pasada. El detonante de la crisis fue la destitución de Luis Abril, director general de Comunicación y Servicio de Estudios, producida en el consejo de administración del lunes pasado, porque Emilio Botín perdió la confianza en este ejecutivo. Este cese provocó un enfrentamiento entre los consejeros procedentes del antiguo BCH y los del antiguo Santander.

José María Amusátegui, en una negociación llevada a través de terceros, ha aceptado un principio de acuerdo para negociar la solución a la crisis del BSCH, según fuentes próximas al consejo. En principio, el acuerdo incluiría el adelanto del abandono de la copresidencia de Amusátegui, prevista para la junta de accionistas de marzo. Esta es la petición más relevante de Emilio Botín para dar por zanjada la crisis. A cambio, también es necesario que Botín renuncie a convocar un consejo para destituir a Amusátegui.

Según algunas fuentes, si el primer acercamiento continúa por buen camino, Amusátegui podría dejar el banco en agosto o en septiembre. Lo habitual en estos casos es que su marcha se produzca en un consejo de administración en el que se le agradecería su labor y generosidad por el gesto que realiza.

Si el consejo se celebra en agosto, sería extraordinario, mientras que si se celebra en el de septiembre, la fecha escogida es el día 24, comentan fuentes del banco.

Dentro del esbozo de acuerdo, se incluye que Amusátegui, al igual que todos los consejeros procedentes del antiguo BCH, renuncian a realizar acciones legales contra la entidad, tal y como estudiaron la semana pasada.

A cambio, Emilio Botín, copresidente, debería ratificar el papel de primer ejecutivo a Ángel Corcóstegui, vicepresidente primero y consejero delegado. Este gesto tiene una gran trascendencia ya que los ejecutivos y consejeros del antiguo BCH creen que Botín ha invadido en reiteradas ocasiones el espacio de Corcóstegui. En definitiva, Botín debe ratificar y dar por bueno el acuerdo que el propio consejo de administración tomó el 26 de junio pasado, conocido como el pacto de San Juan, que delegaba en Corcóstegui todo el control sobre la comisión directiva, compuesta por 17 miembros.

En este acuerdo, que fue presentado ante los medios de comunicación como el final de dos meses de pugna entre los ejecutivos procedentes del Santander y los del BCH, también se acordó la fusión de las redes de oficinas del Santander el BCH.

El único tema espinoso que puede surgir es ha cambiado la dirección general de Comunicación. En estos momentos, Juan Manuel Cendoya ocupa esta dirección general. Cendoya procede de Bankinter, en donde ocupaba la jefatura del departamento jurídico, y está considerado un hombre de confianza de Jaime Botín, vicepresidente segundo del BSCH y presidente de Bankinter.