Madrugadas de juerga sana

Las calurosas noches del verano ofrecen posibilidades muy diferentes a la de la litrona de cerveza y, además, menos dañinas para la salud y el bolsillo. Así lo han entendido los 8.600 jóvenes de entre 16 y 25 años que, desde el 22 de junio y hasta ayer, se han acercado a conocer La noche más joven. Este programa de ocio saludable para los fines de semana, desarrollado por el Ayuntamiento de Madrid en colaboración con la asociación Deporte y Vida, ha tenido más aceptación de la esperada. 'Es sorprendente que haya venido tanta gente, teniendo en cuenta que son fechas difíciles por las vacaciones', comenta Javier Fernández Gandoy, director del polideportivo La Mina, de Carabanchel, el que más público ha recibido.

Por 300 pesetas hay derecho a dos consumiciones de bebidas no alcohólicas

Con respecto al verano pasado, esta fase del Programa Municipal contra las Drogas orientado a los jóvenes, ha tenido un 20% más de participación, según datos del Instituto Municipal de Deportes.Por 300 pesetas, y con derecho a dos consumiciones no alcohólicas, miles de chicos han pasado la madrugada del viernes y el sábado -desde las 22.30 hasta las 2.30- nadando bajo las estrellas, jugando, o practicando, junto con los también jóvenes monitores, cualquiera de los deportes que permiten las instalaciones: frontón, squash, paddle, fútbol, baloncesto o voleibol. Las chicas parecían más dispuestas a sudar al ritmo de la música en una clase nocturna de aerobic.

En la zona de juegos, donde siempre hay gente disfrutando de bebidas light, los chavales pasaban horas jugando al ajedrez, parchís, ping pong o trivial. Las aulas de Internet, según los monitores de Deporte y Vida, también se colapsaron, y hubo que controlar que los internautas no chatearan más de media hora y que no visitaran páginas 'poco sanas'.

Los lugares elegidos para el desarrollo del programa, las instalaciones deportivas municipales de Moratalaz, barrio del Pilar y la Mina, tienen buen acceso por transporte público, aunque muchos de los jóvenes asistentes viven en el barrio. 'Nosotros nos juntamos de cuatro en cuatro y nos vamos en taxi. Total, la noche sólo nos ha costado 300 pesetas...', comentaba un chaval desde la piscina mientras trataba de hacer aguadillas a sus amigos.

Las entradas a los polideportivos estaban vigiladas por un guardia jurado que pedía el carné de identidad y comprobaba que los chicos no vinieran 'borrachos como cubas ni a armar bronca'.

La mayoría de los participantes tiene más de 20 años y repite experiencia. Estos todoterreno que abandonan su gusto por la música alta y los combinados de los bares no son, sin embargo, el objetivo primordial del programa. Los organizadores creen más conveniente que los jóvenes se 'enganchen a estas iniciativas cuanto antes'. Para ello este año el Ayuntamiento ha organizado por primera vez La tarde más joven, destinada a los chavales de entre 12 y 16 años y con actividades semejantes a las nocturnas, pero en muchos más centros municipales y sólo hasta las 21.30. 'Los chicos ahora empiezan a beber a los 13 años y hay que pillarles a tiempo', afirma el coordinador del Instituto Municipal del Deportes, Juan Manuel Couce.

La policía patrulla los tres polideportivos que acogen estos eventos. Según Couce, 'la presencia policial impone a los muchachos'. Aunque sin agobiar porque, como asegura Pilar, estudiante de bachillerato, de 17 años: 'Si nos estuvieran controlando como en casa, no vendríamos'.

El origen de este ocio nocturno saludable está en Gijón (Asturias), donde a la iniciativa se la denominó Abierto hasta el amanecer. En este momento una veintena de ciudades españolas mantienen abiertos de noche polideportivos, piscinas y centros culturales para entretener a los jóvenes en fines de semana sin que tengan una copa entre las manos.

Lorena tiene 16 años y es un buen ejemplo del éxito de este programa. Ha acudido al Polideportivo Municipal de La Mina cada noche de viernes y sábado en esta fase del programa. Vive muy cerca y sus padres están tranquilos sabiendo que está allí. Si no estuviera en el polideportivo jugando al voleibol, que es lo que más le gusta, tendría que volver a casa a las 10:30. 'He hecho la tontería de salir a beber como todo el mundo', confiesa, 'pero hacer deporte me hace sentir mejor'.