_
_
_
_
Reportaje:

La prueba, segundo a segundo

Una empresa de Guipúzcoa mide las diferencias de tiempo entre los corredores

Manolo Saiz aguardaba impaciente en el aparcamiento de los equipos, en la meta de Bar-le-Duc, en la quinta etapa del Tour. Su equipo había llegado el primero en la contrarreloj por equipos. Pero quedaba uno por entrar en la meta, el Crédit Agricole. Saiz no sabía si celebrar su triunfo por segundo año consecutivo o poner cara de póquer. En ese mismo instante, detrás del podio, había varios técnicos de una empresa guipuzcoana: G93 Telecomunicaciones, que sabían lo que iba a ocurrir, que el equipo francés ganaría la etapa por apenas medio minuto. 'Lo veíamos desde que el Crédit Agricole llevaba recorridos 500 metros'. Se lo decía el programa instalado en un camión, mediante un sofisticado sistema que, basado en el popular GPS (Global Position System), indica a cada segundo las diferencias entre unos corredores y otros durante cada punto de la carrera.

Más información
Zabel roza el sexto 'maillot' verde
Armstrong pone en duda su presencia en la Vuelta a España
De los tiempos heroicos a los Tours agónicos

G93 vive su cuarto Tour. Es la única empresa española contratada por la sociedad organizadora. Su trabajo es recopilar los datos que reciben vía satélite sobre la posición de cada una de las cinco motos repartidas por la carrera, las mismas de la televisión francesa. Con ayuda de tres satélites, el camión de G93 conoce la ubicación de cada moto segundo a segundo, traduce los datos en información sobre las diferencias entre unos corredores y otros, y surte inmediatamente de las referencias al camión de la televisión francesa. El realizador francés las utiliza cuando le parece oportuno.

'El problema es que apenas usan nuestros datos', se quejan una y otra vez los técnicos, Rául San Román e Imanol Álvarez. 'Hay días en que sólo aparecen dos veces las diferencias entre los escapados y el pelotón'. Aquel día de Bar-le-Duc, la televisión francesa casi no recurrió a los datos que les suministra G93. Es en las contrarreloj y en la alta montaña -al desintegrarse el pelotón- cuando el GPS ayuda a situar la carrera. Otro ejemplo: Saint Amand-Montrond, la última contrarreloj. Beloki no pudo conocer hasta el kilómetro 43 que había superado a Kivilev. Si la televisión francesa hubiera ofrecido los datos que le daban desde el camión español, a Beloki le habrían informado en el kilómetro 27 de que este año repetiría podio.

La clave de todo está en un programa informático, que se estrenó en la Bicicleta Vasca de 1994 con el apoyo de la televisión vasca. No sólo ofrece las diferencias entre corredores, sino también la velocidad a la que marchan y el desnivel de la carretera en el momento en que circulan. El sistema pronto se extendió: la Vuelta a España lo estrenó en 1997; y el Tour, un año después, aunque previo examen. 'Nos llevaron a la Clásica de los Alpes', recuerdan. 'Cuando se escaparon corredores y se formaron tres grupos, ellos utilizaron cronometradores mientras nosotros nos guiábamos con el GPS. El margen de error fue de un segundo arriba o abajo'. Desde entonces, el sistema se usa en el Tour. Seguramente, el año que viene se incorpore en Italia. La prueba definitiva se realizará en el Giro de Lombardía. Si G93 lo aprueba, debutará en el Giro el próximo año.

¿Y por qué no utilizan el mismo sistema empresas francesas o italianas? 'a idea es sencilla, pero su aplicación es complicada, y hay muchos elementos que pueden provocar interferencias', aclara Carlos San Román, el inventor del programa. En Francia, intentaron usar tecnología propia, pero no acertaron.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_