Las dimisiones de militantes y cargos públicos en las comarcas del Ebro se extienden a Unió

Tras la aprobación definitiva en el Senado de la ley del PHN, los militantes de Unió han visto cómo la postura de los dirigentes de su partido derivaba hacia posiciones claramente alineadas con el apoyo del Gobierno catalán al PHN. Hasta hace pocos meses el partido que dirige Josep Antoni Duran Lleida se mantenía entre la ambigüedad: por una parte, simulaba cerrar filas en torno a la posición convergente; por otra, sus cuadros comarcales se esforzaban en rechazar públicamente el trasvase del Ebro.

Seis militantes en Sant Carles de la Ràpita (Montsià), dos en L'Ametlla de Mar y dos de Camarles (Baix Ebre) han causado baja durante los dos últimos meses aduciendo el apoyo del partido a las tesis del Gobierno, según han reconocido fuentes de la propia formación. La Intercomarcal de UDC en las tierras del Ebro cuenta con unos 400 afiliados.

El sentimiento más generalizado entre muchos militantes democristianos de las comarcas del Ebro es de desconcierto ante la situación.

En una de las cartas de solicitud de baja recibidas por la dirección de UDC, dos militantes argumentan no estar 'conformes con la manera de actuar de la coalición' en el Baix Ebre y con 'otras actuaciones', a su juicio, 'poco éticas'.

11 bajas en Alcanar Incluso algunos dirigentes locales se lamentan en privado por la situación de dualidad que están viviendo: por una parte, apoyan el movimiento social contra el trasavase a la vez que mantienen públicamente la fidelidad al partido.

A estas 10 bajas en Unió se suman en la población de Alcanar (Montsià) las de 11 militantes que abandonaron en bloque la formación democristiana el pasado 12 de julio dejando con tan sólo cuatro militantes el comité local. Entre las razones esgrimidas ante el partido figura la falta de información por parte de sus dirigentes por el voto favorable de la coalición el PHN.

'Todavía esperamos conocer en el ámbito de la intercomarcal los motivos por los cuales UDC ha actuado así en el PHN', sostiene el hasta hace poco consejero nacional y secretario de organización de la Intercomarcal de las Terres de l'Ebre, Joan Matamoros. Este grupo de militantes, pertenecientes al sector renovador de UDC, ya han canalizado su continuidad en la política local a través de la formación independiente Unió Canareva. Justifican su marcha por 'discrepancias' con la dirección por los expedientes abiertos a militantes críticos.

Matamoros denuncia que el aparato del partido maniobró 'antiestatutariamente' para relevarles de sus cargos por sus críticas a la dirección de Unió. En concreto, aduce su descontento por el modo como discurre el proceso que debe llevar a la creación de una federación con CDC porque cree que implica 'sacrificar las esencias de un partido con 70 años de historia y, en consecuencia, provocar su desaparición como partido con personalidad propia'.

En Convergència, las cosas no andan mucho mejor. Esta semana, un concejal y seis militantes más de la población de L'Aldea (Baix Ebre), donde curiosamente se produjeron oficialmente las primeras deserciones en las filas del PP por el PHN, causaron baja alegando como razón única su desacuerdo con el rumbo tomado por el partido de Pujol con su voto favorable a la ley que prevé el trasvase del Ebro.

'Una vez que llegó el 20 de junio con la votación en el Senado y el apoyo de CiU a todos los efectos, fue el punto final, no podía seguir dentro del partido', explica Josep Carles, quien presentó su renuncia al cargo y abandonó el partido el pasado 2 de julio. Con él, han dejado también CDC en las últimas semanas la número 4 en las listas municipales (que en un principio debía reemplazar a Carles), Rosalí Perals, y la número 6, Goretti Blanch, además de otros cuatro militantes de base de los 20 registrados hasta hace poco en el municipio. 'Es totalmente incomprensible', razona Carles, 'no entiendo a la gente de CDC. ¿Qué puede haber en el trasfondo? Si con los votos del PP se podía aprobar igualmente... No sé si no lo valoraron suficientemente o se equivocaron'.

Los convergentes han salido al paso de estas bajas en L'Aldea señalando que para estos ex militantes el argumento del Pla Hidrológico es un 'paraguas'. 'En absoluto se han marchado por el PHN. Queda muy bien ante la clientela política o empresarial darse de baja de CiU en el momento en que se aprueba', explica el presidente de Convergència en el Baix Ebre, Salvador Pallarés. El dirigente convergente argumenta también que algunos de estos militantes son familiares del alcalde de L'Aldea, el independiente Francesc Blanch, defensor a ultranza del movimiento social antitrasvase y que hacía tiempo que no participaban activamente en la vida del partido.