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LA OFENSIVA TERRORISTA

ETA colapsa el aeropuerto de Málaga con un coche bomba

El vehículo, cargado con más de 50 kilos de dinamita, estaba estacionado en el aparcamiento

La rápida e impecable actuación de los agentes expertos en desactivación de explosivos evitó una tragedia en el aeropuerto malagueño, que durante la jornada de ayer tenía previsto un movimiento de 308 vuelos (152 de llegada y 156 de salida), la mayoría de ellos internacionales. Aun así, entre las 7.15, cuando se evacuó la terminal principal y el aparcamiento, y las 14.30, cuando se anunció la desactivación de la bomba, el caos se adueñó del recinto.

La violenta muerte, el martes pasado, de una etarra que preparaba una bomba de 10 kilos de dinamita en Torrevieja (Alicante), fue interpretada por el Ministerio del Interior como el inicio de la campaña de terror anunciada por ETA en las zonas costeras. Ayer, el comunicante anónimo, supuestamente un hombre joven que hablaba en nombre de ETA, anunció que el coche bomba estaba situado en el aparcamiento y que iba a hacer explosión a las 8.00. 'Pon atención, porque no te lo voy a repetir. Te llamo en nombre de ETA. Hemos colocado en el párking del aeropuerto de Málaga un coche bomba. Es un Peugeot 405 blanco, matrícula M-6587-MV, que hará explosión a las ocho'. El vehículo fue localizado rápidamente en la planta baja del aparcamiento, situada justamente enfrente de la terminal de llegadas. Un cuarto de hora después del aviso, tanto el aparcamiento como la terminal Pablo Ruiz Picasso, que canaliza la mayor parte del tráfico del aeropuerto, quedaban desalojados y la zona acordonada. Paralelamente, la Guardia Civil de Tráfico impedía el acceso de vehículos al recinto desde la carretera N-340, donde durante toda la mañana se registró un colapso en el tráfico de varios kilómetros.

La banda dejó el vehículo en la planta baja del aparcamiento, en el que había 4.500 coches
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El explosivo fue localizado en el maletero del coche. Se trataba de una bomba compuesta por entre 50 y 60 kilos de Titadyne. Fuentes policiales aseguraron que, de haber hecho explosión, el edificio del aparcamiento, que tiene tres plantas y sótano, habría quedado 'totalmente destruido'. El recinto, con capacidad para 4.500 vehículos, estaba casi lleno. A este hecho, que ya implicaba un riesgo, se añadía la proximidad, a unos 300 metros del aparcamiento, de una gasolinera.

La enorme complejidad de la situación fue, precisamente, la que ralentizó la operación de desactivación, ya que los Tedax tuvieron que trabajar en un espacio muy reducido y resultaba imposible proceder a una explosión controlada. 'El proceso de desactivación ha sido tan delicado y preciso como una operación de cirugía vascular', describió el delegado del Gobierno, José Torres Hurtado, quien atribuyó el hecho de que el artefacto no hubiera explotado a la 'pericia' de los agentes y descartó que se hubiera producido un fallo en algún mecanismo. 'La bomba tenía todos los dispositivos en perfecto uso; todo estaba conectado y funcionando', subrayó.

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Torres Hurtado atribuyó la acción a un comando itinerante de ETA y subrayó que la red de pisos francos que la banda terrorista mantenía en Málaga quedó 'totalmente desmantelada' tras el asesinato, en julio del año pasado, del concejal malagueño del Partido Popular José María Martín Carpena.

El coche, robado el día 20 en Cestoa (Gupúzcoa), no llevaba mucho tiempo en el aeropuerto. El delegado del Gobierno basa esta tesis en el hecho de que, periódicamente, la policía efectúa controles en el recinto para detectar si hay matrículas falsas o coches robados. No pudo, sin embargo, precisar cuándo se efectuó el último control. 'Hace entre 48 y 72 horas', dijo.

Torres Hurtado se felicitó por la 'normalidad' con la que había logrado funcionar el aeropuerto durante las más de siete horas que había durado la alarma. 'Sólo se ha suspendido un vuelo y el nivel de puntualidad mantenido ha sido del 87%', dijo. Otra cosa es que los pasajeros pudieran llegar a tiempo a tomar los vuelos, porque, aunque no se llegó en ningún momento al pánico, tuvieron que pasar toda la mañana deambulando por los alrededores del aeródromo cargados de maletas.

Al haber quedado paralizada la terminal principal, se decidió desviar a todos los pasajeros a la terminal 2, utilizada para los vuelos extracomunitarios. A las 15.00, sin embargo, se anunció la entrada en funcionamiento de la Pablo Ruiz Picasso y minutos después la terminal presentaba el aspecto de un día cualquiera.

Un grupo de viajeros aguarda en las inmediaciones del aeropuerto mientras la policía desactiva el coche bomba.
Un grupo de viajeros aguarda en las inmediaciones del aeropuerto mientras la policía desactiva el coche bomba.JULIÁN ROJAS

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