Disney amplía su imperio televisivo con Fox Family
La compañía Walt Disney confirmó ayer la compra de Fox Family Worldwide, la red de cable de Rupert Murdoch dedicada mayoritariamente a la programación infantil. La operación genera una factura de 5.300 millones de dólares (más de un billón de pesetas) entre el importe de la compra y la asunción de la deuda.
Murdoch se deshace de una de las secciones menos rentables de su compañía y, a cambio, consigue una inyección de dinero en metálico que puede permitirle cerrar la compra de DirecTV, la mayor compañía de televisión por satélite en Estados Unidos, propiedad del gigante General Motors Corp
Disney compra Fox Family con la intención de ampliar todavía más su imperio televisivo, que sólo en EE UU incluye desde cadenas deportivas (ESPN), hasta temáticas (Lifetime, A&E), pasando por una de las grandes networks (ABC) y, por supuesto, sus propios paquetes de canales infantiles.
Fox Family luchaba por ganar audiencia en el agresivo mercado del cable, pero apenas conseguía levantar cabeza con su producto más admirado entre el público infantil, los Power Rangers. Ahora Disney cambiará el nombre de la cadena (pasará a llamarse ABC Family) y usará su catálogo interminable de productos para relanzar la nueva marca entre los 81 millones de suscriptores a los que llega en EE UU.
En Europa, la operación financiera también tiene consecuencias. Disney se hace con el 76% de Fox Kids Europe, que llega por cable y satélite a 24 millones de hogares. Disney también pasa a controlar la cadena Fox Kids que reciben 10 millones de suscriptores en Latinoamérica.
Según el presidente de Disney, Michael Eisner, la operación 'es perfecta para nuestra compañía. Pagamos lo justo por una gran empresa, y eso nos da la posición número uno en suscripción de cable y una mayor presencia y oportunidad de crecimiento en otros países'. Según Eisner, la compra de Fox Family refuerza el negocio mundial de entretenimiento familiar de Disney.
Fox Family estaba participada a partes iguales por la News Corp. de Murdoch y la compañía Saban Entertainment, que aceptó la venta. En la cantidad final están incluidos 3.000 millones de dólares en metálico y 2.300 en deuda.
A Eisner se le ha criticado desde dentro de Disney por su falta de reflejos a la hora de expandir la empresa más allá de sus intereses convencionales. Con esta compra, demuestra que puede ser agresivo frente a rivales como Viacom y AOL Time Warner, que también querían hacerse con Fox Family. Ahora tiene que conseguir rentabilizar la compra, lo que intentará hacer mediante la redifusión de programas reciclados de sus grandes cadenas.
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