Un modelo para los institutos

El mayor esfuerzo de adaptación por la llegada de escolares inmigrantes se ha producido en los centros de secundaria (de 12 a 16 años), y la permanencia de estos escolares en los centros se ha convertido en uno de los mayores retos.

Quizá porque, como señala un reciente estudio elaborado por el sindicato CC OO y corroboran todos los profesionales, la integración se produce con mayor facilidad cuanto más pequeños sean los escolares. 'La integración de los alumnos extranjeros es considerada mucho más problemática en los institutos (...). Entre estos adolescentes el componente étnico cobra mucha más importancia, a menudo como reflejo de comportamientos y actitudes que desarrollan fuera del centro, pero que tienen una clara repercusión en éste, lo que favorece una segregación de los alumnos según su adscripción a una determinada etnia', señala el informe de CC OO.

Aún así, el modelo de integración que persigue la Consejería de Educación, regulado el pasado septiembre, es muy claro: que el chaval esté en su grupo de referencia con el resto de sus compañeros cuanto más tiempo mejor.

Para ello, los responsables de Educación han desarrollado cuatro modelos organizativos dentro del centro: apoyo dentro del aula mediante adaptaciones curriculares (sobre todo en las áreas de lengua, literatura y matemáticas), bien por su docente, bien por un profesor de compensatoria (de los que hay 652 en la región, un 70% más que el curso pasado); grupos específicos de apoyo en los que el alumno sale fuera de su clase un máximo de ocho horas semanales para materias instrumentales y para el aprendizaje del idioma; grupos especiales de compensación educativa, en los que la permanencia fuera de su aula es mayor y que están pensados para los que presentan mayor rechazo al modelo escolar, y, por último, aulas de compensación educativa, donde el objetivo es que los alumnos adquieran las destrezas necesarias para aprender un oficio.