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FINANCIACIÓN DE LAS AUTONOMÍAS

El modelo de financiación abre grandes diferencias entre las autonomías del PSOE

Chaves, Bono, y Rodríguez-Ibarra lograrían 93.000 de los 105.000 millones para gobiernos del PSOE

La distribución de las mejoras ofrecidas por el Gobierno en el futuro sistema de financiación es desigual en el territorio socialista. Mientras Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucia, los feudos históricos del PSOE, consiguen 95.000 millones -sólo el Ejecutivo de Manuel Chaves lograría cerca de 70.000-, el resto se quedaría con aumentos insignificantes. Aragón apenas ganaría 2.100 millones; Baleares, 4.500 y Asturias, 6.000. Estas cifras, facilitadas a EL PAÍS por fuentes próximas a los negociadores del nuevo sistema de financiación, son 'rídículas', según algunas de las autonomías más afectadas. Aragón, Asturias, y Baleares suman tres millones de habitantes, más del 8% de la población de las 15 autonomías afectadas por el nuevo sistema de financiación. Si el reparto de los 300.000 millones se hiciera por habitante, a estas tres regiones les corresponderían al menos 24.000 millones, justo el doble de lo que se les otorga ahora. 'El Gobierno no ha facilitado ningún documento, sólo son informaciones verbales. Pero suponen un trato desigual para las comunidades más pobres', señalan varios dirigentes socialistas.

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El nuevo modelo de financiación recupera algunas variables para compensar a las autonomías más pobres. El PSOE critica que no se recupere la variable de pobreza -que afecta sustancialmente a Andalucía y Extremadura- y se reduzca el peso del índice de insularidad, que perjudica a Baleares. No obstante, los socialistas quieren el acuerdo con el Gobierno porque reconocen que la experiencia de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha de marginarse del modelo actual ha resultado perjudicial para sus arcas. 'Fuera hace mucho frío', coinciden los consejeros de Hacienda socialistas al referirse al peligro de quedarse al margen del nuevo sistema, que incorpora una financiación adicional.

Las comunidades socialistas más débiles quieren presionar al Gobierno para mantener abierta la negociación con el objetivo de conseguir 100.000 millones más de financiación, con lo que todas las autonomías podrían beneficiarse más del nuevo sistema.

Si esta presión no funciona, la táctica que impulsa la Ejecutiva Federal del PSOE es que los presidentes autonómicos se abstengan en la votación del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Esta posición neutra les permitiría optar libremente por la asunción del modelo en la negociación bilateral entre el Gobierno y las comunidades del próximo septiembre.

Dimisión de Giménez-Reyna

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La dimisión del secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna, por el caso Gescartera -su hermana presidió una sociedad financiera intervenida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores por tener un agujero de 13.000 millones de pesetas- puede condicionar la negociación ya que ha sido la figura clave del Gobierno en la misma. Giménez-Reyna ha anunciado que materializará su dimisión el 31 de julio y entre los socialistas existe el temor de que el Gobierno quiera forzar el acuerdo sobre la financiación autonómica en la sesión del 27 de julio. La posición del Gobierno sigue siendo firme en cuanto a la cifra adicional con la que contará el modelo. El presidente del Ejecutivo, José María Aznar, ha insistido que si hiciera caso a las cifras que reclama la oposición, el Gobierno tendría que optar por una subida de impuestos para compensarlo o poner en riesgo su objetivo de déficit cero para lograr la estabilidad presupuestaria.

En esta ocasión las preocupaciones del PSOE no están en lograr la cohesión interna. Las reuniones internas han conducido al mismo camino: ni a los barones ni a la ejecutiva les gusta el modelo pero la necesidad de 'coger el dinero' que les ofrecen es imperiosa. La Ejecutiva Federal socialista no ha tenido la tentación de pedir a sus presidentes que lo rechacen. 'Nunca lo hemos pretendido', aseguran en la dirección.

Desde el primer momento, el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que la negociación la iban a llevar los presidentes autonómicos en 'sintonía y coordinación' con la Ejecutiva Federal. Y así ha sido. La última reunión fue el viernes y la próxima se celebrará el martes en la sede federal del PSOE.

En la reunión del viernes, celebrada en plena Conferencia Política del PSOE, se constató que la negociación con el Gobierno ha devenido en una discusión sobre dinero y no sobre un modelo 'coherente y claro sobre capacidad normativa o coparticipación en tributos', señala un asistente a esa reunión. Ante esta situación tanto la Ejecutiva Federal como los presidentes autonómicos no tendrán problema en criticar duramente 'el modelo'. Pero se acogerán al mismo. Sobre la aceptación final ya no cabe la menor duda en el PSOE. 'Lo que no habrá es un voto fracturado', adelanta un presidente autonómico. 'La imposición de Ferraz es imposible pero la ejecutiva lo sabe y ya hemos aprendido con dolor lo que ocurrió con el Plan Hidrológico Nacional', recuerda otro barón'.

Reunión celebrada el 18 de junio entre represetantes de Hacienda y del PSOE para hablar de financiación.
Reunión celebrada el 18 de junio entre represetantes de Hacienda y del PSOE para hablar de financiación.EFE

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