El presidente indonesio se niega a testificar en su juicio de destitución

Reunida en sesión plenaria, la Asamblea decidió por aplastante mayoría citar al presidente para mañana lunes y darle la oportunidad de defenderse de las acusaciones que pesan contra él. Pero en una conferencia de prensa posterior a la reunión del legislativo, Wahid afirmó que la decisión es anticonstitucional y anunció que no testificará ni renunciará a su cargo voluntariamente.

Horas antes, el presidente, que aún no ha cumplido el segundo de sus cinco años de mandato, había advertido de que millones de sus partidarios están listos para tomar las calles de la capital si la Asamblea -como señalan todos los indicios- lo destituye. 'Les puedo asegurar que en todos lados le he dicho a la multitud que no venga a Yakarta, porque soy contrario a la violencia', afirmó en una declaración televisada a todo el país. 'Pero no me culpen a mí si la multitud se toma la justicia por su mano', agregó un Wahid con aspecto tranquilo desde el palacio en el que reside, fuertemente custodiado por la policía.

Una de las pocas aliadas políticas que le quedan, Rachmawati Sukarnoputri -hermana de la vicepresidenta y rival de Wahid, Megawati Sukarnoputri, e hija del ex presidente Sukarno-, declaró que es muy probable que el presidente decrete el estado de emergencia en un plazo de dos días.

El presidente de la Asamblea Consultiva del Pueblo, Amien Rais, que lidera el proceso contra Wahid, aconsejó a éste que dimita por su propio bien. 'Si es destituido, puede acabar en los tribunales para ser juzgado por lo que ha hecho durante su presidencia', afirmó Rais, antiguo aliado de Wahid. 'Creo que la gente le perdonará y que la nación le estará agradecida'.

La crisis política, que ha paralizado el cuarto país más poblado del mundo durante meses, ha suscitado el temor a que se reproduzcan los violentos disturbios que acabaron en 1998 con la dictadura de Suharto, en los que murieron varios cientos de personas.Más de 40.000 policías y soldados han sido desplegados en los alrededores de la capital, aunque Yakarta estuvo ayer en calma.