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La conferencia sobre armas ligeras acaba con un acuerdo inocuo

La primera conferencia de la ONU contra el uso y comercio de armas ligeras, que matan a unas mil personas por día en todo el mundo, concluyó ayer en Nueva York con un texto inocuo, debido en parte a la oposición de Estados Unidos. Las negociaciones, que duraron dos semanas, se prolongaron hasta la madrugada del sábado.

Washington se negó a ratificar dos puntos fundamentales del texto: limitar la cantidad de armas en manos de civiles y restringir las ventas de los Gobiernos a entidades no oficiales. Las armas ligeras son aquellas armas convencionales (pistolas, revólveres, rifles, munición, lanzagranadas, granadas de mano, minas antipersona) que pueden ser transportadas por una persona o por un vehículo. Desde 1990 han causado la muerte de cuatro millones de personas, el 80% mujeres y niños. Su tráfico ilegal genera unos mil millones de dólares anuales (190.000 millones de pesetas).

El documento final no vincula legalmente a ninguno de los 189 países firmantes. Aun así, los delegados negociaron hasta el último minuto el vocabulario de los 86 párrafos que piden la futura puesta en marcha de un sistema global de identificación y rastreo de estas armas por parte de la ONU. La única concesión norteamericana fue la de acordar la celebración de una nueva conferencia en 2006. Desde el principio, Washington y el poderoso lobby armamentista, la Asociación Nacional del Rifle (NRA), se negaron en redondo a limitar la venta y posesión de armas, temas que consideran de ámbito nacional, protegidos por su Constitución. Europa y Canadá querían imponer serias restricciones a las exportaciones de armas a los países o grupos acusados de violar los derechos humanos, una iniciativa que bloquearon EE UU, China, Suráfrica y la mayoría de los países árabes y asiáticos.

'No considero esto como un fracaso', dijo el ex primer ministro francés y ahora delegado en la conferencia, Michel Rocard, 'Ya sabíamos que iba a ser sumamente difícil y que los intereses nacionales serían completamente contradictorios. Pero es un buen principio'.

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