El PP acusa a Esquerra e Iniciativa de criticar más a la policía que a los 'quemacontenedores'
Uno de los 'okupas' heridos el pasado martes en Gràcia pierde un ojo tras dos operaciones
La apasionada defensa que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, hizo el pasado jueves de la actuación de la policía en el desalojo de una casa en el barrio de Gràcia, que se saldó con 19 detenidos, envalentonó ayer al líder regional del PP, Alberto Fernández Díaz, que se mostró muy duro con Esquerra e Iniciativa. Fernández Díaz pasó por alto las sucesivas críticas que ambos partidos han dedicado a todas las muestras de violencia ejercida por grupos radicales y les acusó de 'estar más preocupados en criticar a la policía' que a estos grupos, a los que tildó de 'pañuelo-quemacontenedores'.
El líder conservador aprovechó la incomodidad que esta polémica ha causado en el seno del Partit dels Socialistes (PSC) para exigir a Pasqual Maragall que se desmarque claramente de sus 'socios en la sombra', expresión que utilizó para referirse a Esquerra e Iniciativa.
División en el PSC Desde la controvertida actuación policial en la marcha antiglobalización de Barcelona, el día 24 de junio, el PSC ha evitado en lo posible pronunciarse como tal y los dirigentes del partido se han dividido en cuatro grupos: los que han lanzado críticas virulentas contra la delegada del Gobierno, los que han criticado los aspectos técnicos de las operaciones, los que han avalado los dispositivos policiales y, finalmente, el grupo mayoritario: los que han optado por el silencio.
Esquerra e Iniciativa replicaron ayer mismo a Alberto Fernández e hicieron un nuevo llamamiento reclamando el cese de la delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García-Valdecasas. La formación ecosocialista, que preside Joan Saura, arremetió también contra la defensa que Pujol hizo de la actuación de los agentes cuando, en opinión de Iniciativa, su acción parecía 'predemocrática'.
El portavoz de Esquerra, Joan Ridao, sugirió a Fernández Díaz que se preocupe porque el PP destituya 'de forma inmediata' a García-Valdecasas por sus 'clamorosos y reiterados errores policiales'. 'Todo el mundo ha podido ver cómo las Fuerzas de Seguridad del Estado actuaban con brutalidad, desproporción y un exceso de celo injustificable', afirmó Ridao, quien dijo que se teme 'lo peor' si en la Diada de l'Onze de Setembre García-Valdecasas sigue en el cargo.
Ridao mostró su indignación por la tesis de la delegada del Gobierno de que en Cataluña está tomando cuerpo un fenómeno equiparable a la kale borroka del País Vasco. 'Cualquier concentración pacífica y multitudinaria en la calle corre el peligro de llegar a ser conflictiva debido a la obsesión enfermiza de la delegada del Gobierno de simular que en Cataluña existe kale borroka para así justificar cualquier actuación policial desacertada', añadió.
'Excesos' El portavoz de Iniciativa per Catalunya-Verds, Joan Herrera, por su parte, propuso un frente común de todos los partidos para pedir la dimisión de García-Valdecasas por los 'excesos policiales'. En su opinión, 'el problema no son los okupas, sino García-Valdecasas'.
En los enfrentamientos del pasado martes durante el desalojo de la Kasa de la Muntanya, en Gràcia, un joven okupa recibió un impacto en el ojo causado por una pelota de goma disparada por un agente de la policía. Al final, se han cumplido los peores augurios: no ha podido recuperar la visión a pesar de las dos intervenciones a las que ha sido sometido, y se le ha colocado una prótesis.
El joven, de 27 años y licenciado en Historia, continuaba ayer ingresado en un centro hospitalario de Barcelona, según informaron fuentes del movimiento okupa. Un portavoz del Ateneo La Torna, de Gràcia, aseguró que después de recibir el impacto el joven estuvo desatendido un mínimo de dos horas como consecuencia del dispositivo policial y que tuvo que ser un vecino quien acabó trasladándolo con su propio vehículo al centro hospitalario.
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