El Gobierno argentino logra el apoyo de la oposición para su plan de ajuste
La Bolsa de Buenos Aires reacciona al acuerdo con un avance del 4,84% al cierre de la sesión
Tan pronto como se firmó el acuerdo, De la Rúa declaró que lo que se había suscrito era el 'compromiso por la independencia' del país, lo que, a su juicio, significa 'una revolución que cambiará la historia del país'. Carlos Ruckauf, gobernador de Buenos Aires, aclaró que el pacto es 'diferente' del que el Gobierno central había firmado el pasado domingo con los gobernadores de la Alianza, el de la provincia del Neuquen, que pertenece a un partido regional, el interventor federal en la provincia de Corrientes, y Aníbal Ibarra, jefe de gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires, miembro del Frepaso, el frente de partidos aliado a la Unión Cívica Radical (UCR) en el Gobierno de coalición. La diferencia es que los gobernadores peronistas comenzarán a cobrar de inmediato las deudas que la nación reconoce por la coparticipación federal de la recaudación de impuestos y con las que podrán hacer frente a su vez al pago de salarios y aguinaldos atrasados en su administración.
Recuperar la confianza
De la Rúa admitió que 'no alcanza con este compromiso de eliminar el déficit porque se debe actuar en la reactivación, que es el único camino para lograr el crecimiento'. El presidente confiaba ayer en que la firma del compromiso que implica, además del recorte de gastos, la reducción de los salarios y jubilaciones públicas en un 13%, 'traerá confianza a los mercados y mostrará la solidez de la economía argentina'.
La Bolsa de Buenos Aires reaccionó con un avance del 4,61%, su primer aumento fuerte tars las tres jornadas negras que registró la semana pasada, cuando los inversores apostaban más fuerte que nunca a que el país quebraría. La prima del riesgo, que mide la confianza de los inversores de que Argentina pueda pagar su deuda, se redujo hasta los 1.471 puntos de los casi 1.700 alcanzados la semana pasada. Cuanto mayor es la confianza, más bajo es el índice.
Pero no todo fueron rosas.Las dos alas de la Confederación General del Trabajo (CGT), la dura que lidera el camionero Hugo Moyano y la blanda, la de los llamados burócratas o los gordos, que encabeza Rodolfo Daer, se reunieron y dejaron de lado sus diferencias, también las acusaciones gravísimas que se habían hecho entre sí los dirigentes, para convocar mañana de forma conjunta a una huelga general de 24 horas como medida inicial de un plan de lucha que va a continuar con acciones directas. El Congreso de Trabajadores Argentinos (CTA) se adhiere a la huelga y las tres centrales sindicales apoyan a su vez el paro que realizarán hoy los trabajadores del Estado. La ministra de Trabajo calculó que el país 'perdería entre 600 y 1.000 millones de dólares por la huelga'.
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