Alta adhesión y cortes de calles en la sexta huelga contra De la Rúa
La protesta ha paralizado el transporte público y ha provocado algunos incidentes en el Gran Buenos Aires
Al igual que en ocasiones anteriores, la protesta organizada por las tres principales centrales sindicales del país en rechazo a un nuevo plan de ajuste económico ha paralizado al transporte público, sobre todo el servicio de autobuses, y ha reducido sustancialmente el de trenes.
Los incidentes más graves han tenido lugar en diversos puntos del Gran Buenos Aires. Tres vagones de tren y un autobús han resultado calcinados y un taxista ha sido herido por una bomba en el barrio de Palermo viejo.
La medida ha tenido más fuerza en Buenos Aires, en el populoso cordón industrial que rodea a la capital argentina, y en las provincias de Santa Fe y Mendoza, también entre las más pobladas del país.
La huelga fue organizada por la Confederación General del Trabajo (CGT), de tendencia moderada, y el Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA), más combativo, con la posterior adhesión de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), en su mayor parte formada por sindicatos de empleados públicos.
El líder de la CGT, Rodolfo Daer, ha asegurado en rueda de prensa que hubo "un 90% de adhesión" a la protesta contra los planes del Gobierno, a cuyos integrantes ha calificado de "reaccionarios", "inmorales" y "cretinos" por incluir reducciones de salarios.
"Reafirmamos que el equilibrio fiscal se tiene que lograr con los aportes de los sectores más favorecidos por el modelo económico que se aplicó en el país en los últimos años", ha apuntado en alusión a las grandes empresas y bancos.
La ministra de Trabajo argentina, Patricia Bullrich, ha respondido explicando que el paro supondrá unas pérdidas para el país de entre 600 y 1.000 millones de dólares (entre 120.000 y 200.000 millones de pesetas), y ha solicitado a los líderes sindicales que reduzcan sus propios salarios.Además, Bullrich ha exortado a los obreros a donar el equivalente de una hora de sus ingresos para ayudar al país a salir de la crisis.
Corte de calles
Un informe de la Policía de la provincia de Buenos Aires ha indicado que el paro tuvo un fuerte impacto en La Plata, la capital de esa provincia, donde permanecieron cerrados los bancos, los comercios y las escuelas y hospitales públicos.
Pero el balance ha sido menos duro en los 18 distritos del llamado Gran Buenos Aires, donde viven unos nueve millones de personas. La Policía ha señalado que el comercio ha registrado allí un ausentismo del 31%; la educación, del 48%; la salud, del 59%; y los bancos, del 12%.
Además, han quedado prácticamente paralizadas las actividades en el balneario bonaerense de Mar del Plata, principal centro turístico del país, a 400 kilómetros de la capital federal, y que registra uno de los índices de desempleo más altos del país.
Centenares de desocupados han cortado varias calles marplatenses para protestar por el ajuste económico y la recesión que sufre Argentina desde mediados de 1998.
Organizados por el grupo izquierdista Corriente Clasista y Combativa, grupos de parados también han cortado avenidas de acceso a la capital federal y carreteras en las provincias de Santa Fe, Chaco y Jujuy.
En la provincia de Córdoba, el tercer distrito más poblado de Argentina, la huelga ha paralizado al transporte y los organismos públicos. Sin embargo, en la industria el paro ha tenido menos fuerza que en otros sitios.
Aumento del paro
Fernando de la Rúa afronta esta huelga general en medio de los problemas políticos del Gobierno para llevar adelante los recortes del gasto público y eliminar así el abultado déficit del Tesoro.
La política de déficit cero anunciada la semana pasada supone recortes del 13% en los salarios de los funcionarios estatales y en las pensiones superiores a 300 pesos (57.000 pesetas), entre otras medidas de austeridad.
Los gobernadores de las 14 provincias gobernadas por el Partido Justicialista (peronista), principal fuerza de la oposición, se comprometieron a lograr el déficit cero en sus distritos, pero no apoyaron las rebajas de salarios, que fue el motivo de la huelga de funcionarios que ayer, miércoles, paralizó al sector público.
Los recortes salariales han sido rechazados por legisladores de la coalición de gobierno Alianza, que estudia medidas alternativas, mientras que los peronistas aspiran a que el Parlamento los anule.
El ministro Cavallo ha declarado que durante la jornada de huelga de hoy anunciará el resultado de la última encuesta de desempleo, que aumentó con relación a las cifras de octubre pasado.
El Gobierno ha admitido que el índice de paro afecta a más del 16% de la población activa en el país, a lo que hay que sumar una proporción equivalente de personas con problemas en sus empleos.
