El foro alternativo desafía a los países más poderosos
Génova saborea desde ayer el placer agridulce de ser el ombligo del mundo, al menos por esta semana. Antes de que se inicie la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de los siete países más industrializados del mundo, con Rusia como octavo invitado, el Foro Social de Génova (FSG), una coordinadora amplísima que reúne centenares de organizaciones antiglobalización italianas, inauguró ayer su Foro Público, una semana de debates en los que intervendrán casi un centenar de gurus de la antiglobalización.
Se trata de gente como la norteamericana (nacionalizada francesa) Susan George, bautizada por la prensa italiana como Pasionaria por su larga lucha -desde el Observatorio sobre la Mundialización que dirige- a favor de la introducción de un impuesto que grave las transacciones financieras, o el francés José Bové, que hablará sobre seguridad alimentaria. George abrió ayer el debate de la tarde e intervino en la sesión plenaria que llevaba un título elocuente: Este mundo no está en venta. En la misma sesión participó el sociólogo filipino Walden Bello, que centró su discurso en la Organización Mundial de Comercio y en la liberalización del comercio en general.
A lo largo de la semana intervendrán también Pedrag Matvejevic, profesor de las universidades de Zagreb y París, que tratará el tema de la paz en los Balcanes, y el economista egipcio Samin Amin, presidente del Foro Mundial de las Alternativas. Como el G-8, el FSG ha dispuesto de un equipo especial para preparar temas e intervenciones, aunque las sesiones no se desarrollan en un marco principesco como el palacio Ducal, sino bajo una carpa en el parque Gilberto Govi, de Génova.
Mezcla de invitados
La mezcla de invitados es tan compleja como desordenada, porque, junto a estudiosos y santones del no global, el foro ha dado espacio a personajes de un variado y amplio espectro de protesta. Desde Marina dos Santos, representante del movimiento brasileño de los Sin Tierra, hasta un miembro de la organización de jueces Magistratura Democrática, o la presidenta del Movimiento de Madres de la Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
Para poder alojar y alimentar a sus ilustres huéspedes, el FSG ha solicitado ayudas a las autoridades municipales y provinciales de la ciudad. Según sus organizadores, el Foro Público es la expresión de un movimiento que no se limita a tomar la calle para protestar contra los abusos de una globalización hecha a la medida de las multinacionales, sino que propone alternativas y desarma las coartadas de los poderosos.
Aun así, los debates dejarán paso, a partir del jueves, a las grandes manifestaciones convocadas. La primera, ese mismo día, será la de los inmigrantes, a la que seguirán el viernes y el sábado dos grandes marchas en las que está prevista la presencia de unas 150.000 personas. El domingo, coincidiendo con la clausura de la cumbre, discurrirá la cuarta de las grandes marchas.
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