Gobierno y el PSOE piden a PNV que aplace el debate soberanista

Tras los asesinatos, el sábado, del concejal de UPN José Javier Múgica y del mando de la Ertzaintza Mikel Uribe, representantes del Gobierno, como Javier Zarzalejos, y del PSOE, como Alfredo Pérez Rubalcaba, han establecido varios contactos y fijado una posición común ante lo que se apunta como 'la antesala de una campaña sangrienta de verano' por parte de ETA. Si la campaña que protagonizó la banda terrorista el verano de 2000 fue consecuencia de la ruptura de la tregua, tanto el Gobierno como el PSOE interpretan que en esta ocasión ETA trata de intervenir en el debate sobre el autogobierno vasco anunciado por el lehendakari en su investidura.

No ha pasado inadvertido a los integrantes del Pacto contra ETA el que la banda haya atentado en Navarra contra un concejal de la UPN. No sucedía desde antes de la tregua, iniciada en septiembre de 1998. En una reciente entrevista en el diario Gara, ETA responsabilizaba al PNV de haber abandonado el discurso a favor de la integridad territorial de Euskadi, con la inclusión de Navarra, después de reconocer que el partido de Xabier Arzalluz, y con él Ibarretxe, ya habían asumido el discurso sobre el derecho de la autodeterminación.

También les ha llamado la atención el asesinato del mando de la Ertzaintza Mikel Uribe. Desde antes de la tregua, ETA no mataba a un cargo de la policía autónoma. El anterior fue Ramón Doral, en 1996. Para los componentes del Pacto contra ETA, no cabe duda de que es un reto directo al lehendakari en su nueva etapa de gobierno.

'ETA ha zanjado a tiros y con una huida hacia adelante la crisis que ha habido en su entorno tras su derrota en las elecciones vascas. No quiere quedarse fuera del debate político sobre el autogobierno y tratará, como ha hecho otras veces, de señalar el camino al lehendakari y al PNV con sus atentados. A ETA la autodeterminación ya le parece insuficiente y ahora reclama la territorialidad. Es una reclamación sin fin', coinciden en el análisis el Gobierno central y el primer partido de la oposición.

Su conclusión es la conveniencia de que Ibarretxe establezca como única prioridad la lucha contar el terrorismo y 'aparque sus objetivos nacionalistas para cerrarle el paso a ETA y no fijarle metas políticas'. El socialista Pérez Rubalcaba insiste en que es prioritario recuperar como objetivo la unidad de los partidos democráticos contra ETA y pedirle al lehendakari que aplace sus reivindicaciones nacionalistas hasta derrotar a la banda.

Esta petición la trasladará el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, a Ibarretxe en su anunciado encuentro, aún sin fecha. Previamente y en los próximos días, representantes de Zapatero e Ibarretxe analizarán cómo hacer frente a la ofensiva de ETA. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ya adelantó ayer la petición de los socialistas al consejero vasco de Interior, Javier Balza, a quien planteó el fortalecimiento de la unidad de los partidos frente a ETA.

El breve encuentro se produjo en Tolosa (Guipúzcoa), en la capilla ardiente del ertzaina Mikel Uribe, a la que también acudió la cúpula del Ministerio del Interior, con su titular, Mariano Rajoy, al frente, en un despliegue inusitado. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, también estuvo en esta capilla ardiente. Por su parte, el presidente del Gobierno central, José María Aznar, acudía en Leitza (Navarra) a los funerales por José Javier Múgica.

El portavoz del Gobierno vasco admitía ayer a este periódico que el doble atentado del sábado, el mismo día en que Ibarretxe daba a conocer su nuevo Gobierno, es un claro desafío de ETA al lehendakari. Imaz recordaba cómo la banda también atentó, en la pasada legislatura, el mismo día en que Ibarretxe protagonizaba un acto institucional por la paz en la Casa de Juntas de Gernika. Fue el 20 de diciembre. La banda asesinó entonces al guardia urbano de Barcelona Juan Miguel Gervilla. 'No creo en las casualidades. Ni entonces, ni ahora', señala Imaz.

La clave del doble asesinato del sábado y de la brutal ofensiva de ETA la sitúa el portavoz del Gobierno vasco en la necesidad de la banda de 'marcar un terreno que la sociedad vasca le negó en las urnas el 13 de mayo'. Imaz recuerda cómo ese día los vascos, con un 80% de participación electoral, quitaron a HB la llave de influencia que había tenido en el Parlamento vasco en la anterior legislatura. 'A ETA no le ha gustado el reforzamiento institucional del lehendakari', dice Imaz.

También cree que la campaña de ETA no es ajena a la decisión de Ibarretxe de establecer como prioridad de su nuevo mandato la lucha contra el terrorismo y la defensa de las libertades, como anunció en su campaña electoral. El lehendakari, recuerda Imaz, también aclaró en la campaña que no aceptaría que HB fuera decisiva en la gobernación de Euskadi. 'Nuestra prioridad de gobierno es, ha sido y será la lucha contra el terrorismo', dijo.