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INFLACIÓN

La estabilización de las gasolinas no consigue frenar el índice de precios

El turismo eleva la inflación subyacente de los precios al 3,6%, el peor resultado en cinco años

El verano vuelve a pasar su dolorosa factura y los precios del turismo se han disparado otra vez. También lo ha hecho la energía, en especial, el gasóleo de calefacción, las patatas, la fruta y el aceite. El resultado es que la inflación española de los últimos 12 meses se ha mantenido en el 4,2%, igual que en mayo, según datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística.

Es un resultado peor de lo esperado, ya que los expertos habían anticipado un recorte de al menos una décima. Respecto de mayo, la subida ha sido de 0,3 puntos, igual que la registrada un año antes, y la acumulada en los seis primeros meses alcanza el 2%, el objetivo para todo el año, ya inalcanzable. A partir de ahora empieza a funcionar el contador para las pensiones y las cláusulas de revisión de los salarios.

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En relación a la media europea, la inflación española ha empeorado. Los precios españoles se han mantenido en el 4,2% en junio, mientras que los de las principales economías del euro han retrocedido. Alemania ha pasado del 3,5% al 3,1%, y Francia, del 2,3% al 2,1%. Según cálculos del servicio de Estudios del BSCH, el diferencial español respecto de la media de los países del euro ha podido aumentar a 1,1 puntos, tres décimas más que un mes antes.

La consecuencia es que, de cara al exterior, los productos españoles son menos competitivos, aunque los problemas aún se centran en aquellos que se defienden bien de la competencia. Es el caso del sector turístico, causante de más de un tercio de la subida mensual de junio (0,3 puntos). Los precios del turismo y la hostelería han aumentado un punto en relación a mayo y un 5,5% respecto de un año antes.

Los hoteles suben un 5,4%

Mientras en restaurantes, bares y cafeterías la subida mensual ha sido relativamente moderada (0,3 puntos), en los hoteles el aumento es de un 5,4% en un solo mes, y en servicios turísticos (agencias de viajes), de un 4,5%. Son subidas superiores a las de un año antes en el caso de los hoteles e inferiores en el de los servicios turísticos. La fuerza de la demanda explica buena parte del problema, a la que se unen los coletazos de la crisis del petróleo y el encarecimiento del transporte. Aunque la economía se desacelera, los expertos coinciden en que durante el segundo trimestre del año el consumo ha mantenido cierta fuerza. La explicación es que, con la llegada del euro, parte del dinero negro está saliendo a la superficie. También los tipos de interés se mantienen relativamente bajos (4,50%) para el nivel de inflación en que se encuentra la economía española. Los anuncios de rebajas de impuestos, aunque van para largo, pueden estar propiciando ya algunas decisiones de consumo.

Tampoco los precios de la energía han colaborado en junio a moderar la inflación. Los carburantes y combustibles han subido un 0,9% en junio respecto de mayo y, si se incluye la tarifa eléctrica, un 0,8%. Dentro de este grupo, la subida más fuerte se ha producido en combustibles para calefacción (gasóleo C), con un aumento del 4,2% en relación a mayo. Según el Ministerio de Economía, esta evolución no recoge aún las rebajas de precios (en torno a 10 pesetas) que se produjeron en los precios de las gasolinas durante la última semana de junio.

La presión de los alimentos se ha reducido algo, ya que tanto los elaborados (0,3% de subida mensual) como, sobre todo, los frescos (0,2%) han empezado a dar tregua. Aun así, se han producido subidas descomunales en la patata (4,1% en el mes y 40,8% en los últimos 12 meses), la fruta (1,3% y 10,4%, respectivamente) e incluso el aceite (1,3% respecto de mayo). Este último producto ha bajado un 9% en los últimos 12 meses, aunque aún están por ver los efectos en los precios de la crisis del aceite de orujo desatada en la primera semana de julio.

El peor dato de los registrados en el mes de junio es el de la denominada inflación subyacente, que es la que mide los problemas estructurales, una vez descontados los precios de los alimentos frescos y de la energía. El resultado ha sido una subida de tres décimas en junio, con un 3,6% en los últimos 12 meses, una décima más que en mayo. Éste es el nivel más alto desde el año 1995.

El problema se ha situado en el sector servicios (medio punto de subida respecto de mayo y un 4,5% en 12 meses, una décima por encima de mayo), ya que en los bienes industriales la variación mensual ha sido nula y en el último año se ha producido un recorte de dos décimas, hasta el 2,6%. Este resultado indicaría que los efectos directos de la crisis del petróleo y la debilidad del euro empiezan a remitir sobre el sector industrial, más abierto a la competencia externa.

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