El PSOE estrena la 'marca Zapatero'

Líder nuevo, partido nuevo y marca nueva. Los militantes socialistas, y sobre todo la sociedad, tendrán que acostumbrarse a partir de ahora a una nueva tarjeta de presentación. La sigla PSOE se separa del puño y la rosa, pero sin prescindir del legendario símbolo. La nueva marca corporativa de este partido centenario juega con dos cuadros que podrán separarse según las conveniencias, no sólo estéticas, de cada momento.

No hay duda de que siempre será preponderante el cuadrado de fondo rojo con las siglas PSOE en el centro ocupando todo el espacio. Se trata de reforzar 'la marca PSOE, fijar la atención sobre ella', remachan en la dirección del partido. Al lado, debajo, en una esquina, se colocará el otro cuadro con el puño y la rosa.

Las siglas del partido se separan del símbolo del puño y la rosa y se adopta un modelo similar al de otras formaciones europeas

No se dice, pero es muy probable que en algunas ocasiones sólo aparezca el primer cuadro. Siempre hay ejemplos que citar en el campo de la socialdemocracia. El Partido Laborista británico inauguró esta misma idea con Tony Blair cuando puso en marcha su Nuevo Laborismo. También los socialdemocrátas alemanes y los austriacos exhiben en solitario el cuadrado rojo con sus siglas al centro. Todo parece acorde con los nuevos tiempos de renovación y modernidad que el partido quiere trasladar a la opinión pública desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó a la secretaría general.

Por si acaso, los ocho centenares de asistentes a la Conferencia Política recibirán el próximo viernes, cuando ésta se inaugure, una explicación por escrito del secretario de organización y acción electoral, José Blanco. Un folleto en forma de libro tratará de disipar los temores de los más amantes de la tradición.

Pero no hay motivos para preocuparse, a decir de los impulsores del cambio. Se mira al futuro, pero se respeta y se reivindica toda la historia del partido que fundó hace 122 años Pablo Iglesias. Además, se recupera el rojo. Atrás queda la corta vida del emblema que se puso en marcha con José Borrell cuando fue candidato a la presidencia del Gobierno. Una rosa abierta.

'Nuestra identidad es la de siempre, pero la forma de expresarla será distinta. Entre otras cosas, recuperamos el color rojo como referente y símbolo de lo que significa la izquierda en el mundo actual', se lee en la explicación que se dirige a la militancia. 'Cambia la forma de expresar las ideas, pero éstas permanecen, y con ellas, nuestra apuesta por un futuro de progreso para nuestra sociedad', remachan.

Los encargados de dar cuenta del porqué de este cambio hacen hincapié en resaltar el pasado del partido, 'que ha impulsado todos los cambios sociales, pivotando las inquietudes y anhelos de los sectores más desprotegidos de la sociedad, convirtiéndose en el más claro referente de una cultura política y una forma de entender la vida que pasa por la permanente reivindicación de valores tales como libertad, progreso, justicia, solidaridad, compromiso...'.

Pero es tiempo de cambios, y en la tarea está Zapatero y su equipo. Lo primero es convencer a los de casa. 'Si hoy somos una organización llena de vida, con una larga tradición, pero sobre todo con un inmenso futuro, es por nuestra demostrada capacidad para saber evolucionar con el conjunto de la sociedad, para adaptarnos a sus cambios y, en gran parte, impulsarlos y preverlos', se explica a los afiliados.

El paso que se da es 'sencillo, pero lleno de significado', opinan los nuevos dirigentes socialistas. 'Renovamos nuestra identidad corporativa en un proceso en el que no estamos solos. El conjunto de las organizaciones hermanas en Europa y en el mundo están inmersas en el mismo proceso, y con ellas avanzamos y evolucionamos'.

La tarea de renovar la marca ha recaído en el diseñador gráfico Claret Serrahima, experto en proyectos de imágenes culturales y corporativas, de empresas públicas y privadas. Claret Serrahima es el autor del nuevo escudo de Barcelona, de la imagen de Canal Satélite Digital y Pans & Company, entre otras obras.

El propio autor explica también por escrito lo que ha pretendido hacer. 'Crear la identidad del PSOE no es un ejercicio estético, sino estratégico'. 'Cuando hablamos de identificar visualmente un partido político como el PSOE, de un gran peso en la historia, en la experiencia política de gobierno y plural en el pasado, presente y futuro, la identidad corporativa ha de disponer de una realidad institucional capaz de fijar una imagen propia que les identifique y conecte con los ciudadanos', continúa Serrahima.

El creador afirma que 'respetando la iconografía histórica' ha considerado 'imprescindible alejarse de una marca-señal' y desarrollar una sistema visual que permita crear un lenguaje gráfico propio'. 'Y esto es aún más importante para un partido que está construyendo su vocabulario de imágenes y signos hacia el nuevo futuro'. Los militantes y la sociedad tienen la palabra.