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SANFERMINES 2001
Columna
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Morir de éxito

Mikel Urmeneta, alma mater de Kukuxumusu y sanferminero como el que más, es un pamplonés sin complejos (especie rara). Tan sin complejos que suele salir en su dominio de Internet (sanfermin.com) en calzoncillos.

Además se comporta como si no tuviera talento, cuando es obvio que sus camisetas son la imagen de marca de la Pamplona del 2000. En los años setenta, la imagen de marca local era el chorizo, pero ¿quién se iba a llevar un embutido como souvenir?

En los ochenta, Mikel Urmeneta empezó a intertextualizar (como ahora se dice) con los dibujos de Keith Haring. A la altura de los noventa, cuando un cartel suyo presentó las fiestas pamplonesas, ya sólo intertextualizaba consigo mismo, y en los sanfermines de 2001, la policía ha detenido a unos individuos que le intertextualizaban masivamente las camisetas; esas camisetas que son la imagen no oficial de los sanfermines. Borges dice que la intertextualidad es legítima siempre que mejore el original. Seguro que los detenidos empeoraban el producto.

No es seguro que Urmeneta haya mejorado a Haring, pero ha modernizado la imagen de marca local. Su filosofía es de temer que intertextualice con la de Jean-Michel Basquiat, otro grafitero neoyorquino. Basquiat empezó a dibujar por el aburrimiento que le producía the same old shit (la vieja mierda de siempre). The same old shit o, sin más, el embutido. Con esa filosofía, y con una abigarrada fusión de monigotes prehistórico-postmodernos y eusko-neoyorquinos, Urmeneta distribuye camisetas en mil puntos al sur de Europa y viste a los sanfermines, sin complejos e incluso en calzoncillos. Su reto es no morir de éxito.

El pamplonés (el Ayuntamiento pamplonés) suele tener complejos: si no trae a los sanfermines a algún premio Nobel empieza a dudar de su categoría de primera. A falta de premio Nobel, este año ha convocado a los corresponsales de la prensa extranjera, cuando al que debiera convocar es a Urmeneta. Mañana, pasado o el lunes, el Ayuntamiento dará su rueda de prensa habitual para comunicarnos que los sanfermines del 2001 murieron de éxito.

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