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El Ayuntamiento sólo ha edificado la octava parte de los 35.200 pisos baratos que prometió en 1997

El gobierno municipal admite que hay 57.000 madrileños esperando una vivienda protegida

Antonio Jiménez Barca

Rafael Simancas, secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM), y Matilde Fernández, portavoz del grupo municipal socialista en materia de urbanismo, criticaron ayer el Plan General de Urbanismo por considerar que ha contribuido 'a crear una ciudad más desequilibrada que antes'.

Ambos incidieron en el asunto de la vivienda. Las previsiones del Plan General pasaban por la construcción de 35.200 pisos protegidos (con precios de unos 17 millones de pesetas por 100 metros cuadrados). Estaban repartidos de la siguiente forma: 4.000 casas debían servir para garantizar los realojos de familias afectadas por expropiaciones; 12.000 pisos más se iban a levantar en suelos cedidos por el municipio. Otras 10.000 viviendas baratas estaban, en teoría, destinadas a 'la demanda insatisfecha de este tipo de pisos'. Las últimas 9.200 iban a levantarse gracias a una cesión de suelo al Ivima (Instituto de la Vivienda de Madrid).

Según los datos del PSOE, extraídos del sistema informático de la Gerencia Municipal de Urbanismo, estas 35.200 viviendas se han reducido a 4.485, la mayoría construidas por la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV).

El alcalde, José María Álvarez del Manzano, y el concejal de Vivienda, Sigfrido Herráez, entregaron ayer en Moratalaz 90 pisos protegidos levantados por la EMV. Herráez aseguró que desde ahora hasta el final de la legislatura (en 2003) el Ayuntamiento levantará 4.000 casas al año, informa Efe. Pero luego reconoció que la oferta es muy inferior a la demanda, ya que actualmente hay 57.000 peticiones de un piso protegido. Álvarez del Manzano, por su parte, recordó que el Ayuntamiento 'no tiene obligación de construir este tipo de casas, pero se hace este esfuerzo para que los madrileños disfruten de un piso digno'.

El PSOE también recordó que el Plan General 'no sólo iba a proteger las zonas históricas, sino a recuperarlas'. 'La realidad', denunció Matilde Fernández, 'es que la evidente indisciplina urbanística ha llevado a que, incluso sin licencia, se hayan derribado edificios catalogados'. Desde enero de 1997 a marzo de 2001 se han demolido sin licencia 55 edificios, de los cuales 38 tenían algún tipo de catalogación. Entre ellos se cuentan los inmuebles situados en el número 10 de la calle del Labrador, en la plaza de Tirso de Molina o en el número 7 de la calle de la Palma.

El PSOE también criticó que el programa de inspección técnica de edificios (ITE) 'ha sido incapaz de abordar ni un tercio de los casos'. Por todo ello, el grupo socialista considera que el equipo de gobierno del PP, amparándose en el Plan General, 'ha destruido el patrimonio histórico de la capital'.

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Especulación

Matilde Fernández incidió además en lo que tachó como 'la operación más especulativa de Europa': la construcción de 70.000 viviendas en los nuevos barrios de las afueras de la capital (Sanchinarro, Montecarmelo, Las Tablas, Carabanchel y Vallecas). Fernández denunció que el suelo para levantar estos pisos 'está en manos de media docena de operadores'. 'Hace diez años se prometieron estos nuevos barrios y aún no se ha terminado ni una sola casa, y el precio del suelo se ha disparado de una manera escandalosa', añadió.

Por su parte, la Gerencia de Urbanismo presentó también ayer un balance de su gestión desde junio de 1999 en el que se hace referencia a las grandes operaciones de este organismo. Entre ellas se cuenta la 'primera fase de las obras del Parque Lineal del Manzanares, que consisten en el enterramiento de líneas eléctricas y en la construcción de un nuevo puente sobre el río'.

Urbanismo también se refirió a las obras de urbanización de zonas como Méndez Álvaro, Vicálvaro y Barajas, que permitirán la construcción de más de 2.500 viviendas de precio libre.

En cuanto a los nuevos barrios, la Gerencia de Urbanismo asegura que en su gran mayoría tienen terminados ya los movimientos de tierras y las obras de canalización.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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