Un adolescente, muy grave al ser acuchillado en el cuello por otro menor

Javier F. A., de 14 años, se hallaba anoche en estado muy grave a causa de una cuchillada en el cuello que le asestó supuestamente M. C. B., de la misma edad, en un parque del centro de Guadarrama. La herida le cortó la vena yugular y la arteria carótida, según fuentes de la familia.

El incidente ocurrió sobre las 16.00 junto al quiosco de bebidas que hay en el parque, donde M. C. B., de nacionalidad ecuatoriana, trabaja durante el verano como camarero. Según la familia del herido, éste y unos amigos hicieron una broma a una chica que resultó ser amiga del presunto agresor, y a la que uno de ellos lanzó un beso. Eso molestó a M. C. B., que se enfrentó a este chico, momento en el que Javier intervino para separarlos.

El presunto agresor sacó entonces un cuchillo delgado -fuentes policiales no pudieron confirmar si lo llevaba encima o lo cogió del quiosco- y se lo clavó en el cuello a Javier F. A.

'Parece mentira que mi hijo esté al borde de la muerte por una tontería', se lamentaba María, la madre de Javier, en el hospital Clínico de Madrid, mientras los cirujanos atendían a su hijo. Narciso, su marido, se ocultaba en un rincón de la sala de espera para llorar. Él y Javier pensaban ir a Ourense, donde había nacido Narciso, para pasar las vacaciones.María se enteró en su casa de que su hijo había recibido una cuchillada y de que estaba siendo atendido en el Centro de Salud de Guadarrama, sito en la calle de los Reyes Católicos. 'Cuando llegué, le vi asustado y gritando, pero no parecía que estuviera muy grave', recordó María. El médico que atendió a Javier pinzó la herida para cortar la abundante hemorragia y le suministró suero fisiológico por vía intravenosa para prevenir una bajada de la presión vascular mientras llegaba una UVI movil del Insalud-061.

María trabaja en el hospital de El Escorial y ayer no podía olvidar que se despidió de su hijo tras darle 2.000 pesetas para que fuera a la peluquería. 'Todo tan normal como siempre. Parece mentira cómo puede cambiar la vida en un instante', se lamentaba. Javier pasó primero por el parque a charlar con sus amigos mientras esperaba a que abriera la peluquería. El grupo se sentó cerca del quiosco, como hacía otros días. Allí fue donde al rato se produjo el incidente.

Tras ser atendido en Guadarrama, Javier fue trasladado hasta el hospital Clínico de Madrid. 'Ni me subí a la ambulancia' se lamentaba María, ya en el centro. Ella se había trasladado con Vanessa, su hija, y Marcos, el novio de ésta, conduciendo un coche tras el vehículo del Insalud-061.

Javier fue ingresado en la UVI pediátrica del Clínico con las constantes vitales estables y quedó a la espera de que los médico le hicieran un scaner. Esta prueba consiste en la toma de cientos de radiografías que, tras su procesamiento, permite hacer una proyección en tres dimensiones de la parte del cuerpo afectada.

A vida o muerte María, Vanessa y Marcos esperaron tranquilos al médico que tenía que explicarles cómo se encontraba Javier. Estaban aún asustados, pero creían que todo quedaría en un mal recuerdo. 'No se va a poder salir a pasear sin miedo. ¿Dónde iremos a parar?', se lamentaba la madre. Minutos antes de que un médico les informara de que Javier debía ser intervenido quirúrgicamente a vida o muerte, María y su hija Vanessa comentaban: 'Es un chaval muy deportista, le encanta el fútbol y es un forofo del Real Madrid. Los estudios los saca a trancas y barrancas, pero al final ha aprobado tercero de ESO'.

El adolescente herido, sin embargo, sufrió una crisis en la UVI. El médico salió finalmente para decirles: 'Su hijo está muy grave. Hay que operarle a vida o muerte', según explicó la madre. Eran las siete y media de la tarde y una docena de amigos y familiares empezaron a llegar al hospital para acompañar a la familia. Ésta es muy conocida en Guadarrama, donde reside desde hace varios años, según fuentes de la Policía Local. Las mismas fuentes aseguraron que el supuesto agresor nunca había causado ningún problema ni era problemático.

Este cuerpo policial fue el primero en acudir al lugar de los hechos, donde detuvo a M. C. B. Éste fue entregado posteriormente a la Guardia Civil de Guadarrama, donde fue explorado en presencia de su madre por la Policía Judicial del instituto armado. 'El chico estaba muy asustado. No deja de tener 14 años y parecía como si no fuera consciente de lo que había hecho. Lo primero que dijo fue: 'Yo no quería hacerle daño', según fuentes policiales.