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El informe del fiscal sobre la incineradora "sorprende al Ayuntamiento"

Los socialistas piden que comparezca el consejero de Medio Ambiente

Antonio Jiménez Barca

García-Loygorri, que aún no ha podido examinar el informe redactado por el perito judicial Alfonso del Val, aseguró ayer, sin embargo, que 'la incineradora no representa ningún peligro para la salud'. 'El nivel de dioxinas y furanos [sustancias tóxicas] emitidos por la planta de Valdemingómez es muy inferior al permitido', insistió el concejal de Medio Ambiente.

El estudio fue encargado por la Fiscalía de Madrid a Del Val a raíz del fallo detectado en un horno de la incineradora en diciembre pasado. Un error ocasionado, según los responsables de la planta, por un fallo en el filtro de carbón activado disparó la emisión de dioxinas y furanos, que llegaron a alcanzar niveles 15 veces mayores a los permitidos. Del Val asegura en su informe que la causa de este remonte de dioxinas y furanos aportada por la planta no le parece 'aceptable'. Como consecuencia de esa avería, la Consejería de Medio Ambiente cerró la planta en enero. Tras examinar las causas del fallo, la incineradora volvió a abrir un mes después.

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Un estudio sobre Valdemingómez advierte del alarmante nivel de emisión de metales pesados

Por su parte, un portavoz de Tirmadrid, empresa encargada de gestionar la planta de Valdemingómez (que quema 900 toneladas de basura al día), aseguró ayer que las emisiones 'cumplen estrictamente con la normativa actual en materia de seguridad, tanto en lo que se refiere al funcionamiento de las instalaciones como a los efectos en la salud de los ciudadanos'.

Controles semanales Actualmente, 'en lo que respecta a la emisión de dioxinas y furanos, los controles realizados tienen una periodicidad semanal', sostienen los responsables de Tirmadrid, que añaden: 'Desde que se impusieron dichos controles de furanos y dioxinas [desde la reapertura de la planta, el pasado febrero] se han obtenido 45 resultados, todos ellos muy por debajo de los límites establecidos'.

Con respecto a los metales pesados, el informe de Del Val concluye que, entre 1997 y 2000, la planta ha arrojado a la atmósfera 520 kilos de metales pesados; de ellos, 20 kilos eran de 'los peligrosísimos mercurio y cadmio'. Estos metales pesados son agentes contaminantes 'que se sitúan en un plano de peligrosidad para la salud humana y el medio ambiente muy próximos' al que generan las dioxinas y los furanos.

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Tirmadrid también ha respondido a eso: 'Los resultados obtenidos [de los análisis y controles] se han mantenido muy por debajo de los valores límite permitidos. Incluso para esos valores han estado siempre muy lejos de los límites que establecerá la nueva normativa europea que entrará en vigor en diciembre de 2005'. Según los datos de Tirmadrid, las emisiones medias de plomo, cobre, manganeso y cromo entre 1997 y 2001 fueron de 0,09 microgramos por metro cúbico de aire. El valor límite, según la empresa, es de cinco microgramos por metro cúbico de aire.

Las primeras reacciones al informe del perito judicial han salido del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, gobernado por IU. Esta localidad está situada cerca de la planta de incineración y siempre ha denunciado su funcionamiento. El alcalde de Rivas, Fausto Fernández, de IU, afirmó ayer que Valdemingómez 'funciona con una absoluta falta de transparencia'. 'Creemos', prosiguió, 'que el fiscal de Medio Ambiente debe actuar, y desde el Ayuntamiento de Rivas se exige el cierre inmediato de la planta'. Pedro Díez, portavoz de Medio Ambiente del PSOE en la Asamblea, exigió la comparecencia del consejero Pedro Calvo para que 'explique la situación'.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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