'Con la Acadèmia Valenciana de la Llengua soy como santo Tomás'
El oro de Pujol está en manos de un valenciano de Russafa. Ernest Sena dirige el Institut Català de Finances (ICF) desde hace nueve años. En Valencia no había sido profeta. Demócratacristiano y catalanista de toda la vida, fue director general en la Consejería de Economía, controlada por UCD en el primer gobierno preautonómico (1978) que presidió el socialista Josep Lluís Albiñana. Pero el consenso duró poco, UCD se sumó a la guerra de las banderas, estalló el conflicto lingüístico y algunos como Sena tomaron la A-7 en dirección norte.
Pregunta. ¿Es usted el guardián del oro catalán?
Respuesta. Yo sólo soy el guardián de mi propia integridad y en la medida que me dejan, colaboro en formar la de mis hijos. Si por oro catalán se refiere usted al ICF, le diré que es una entidad pública que tiene como objeto facilitar la financiación de las empresas catalanas, dentro y fuera del país, y también de las empresas no catalanas que inviertan en Cataluña.
P. ¿Y además de Eliseu Climent, el cual tiene sus particulares líneas de financiación, son muchos los empresarios valencianos con créditos catalanes ventajosos?
R. Al margen de mi amistad personal con el señor Climent, puedo asegurarle que el ICF no ha intervenido en la financiación de ninguna de sus empresas. Aunque el Institut ha participado, junto a una entidad bancaria, como patrocinador de una de las publicaciones de Eliseu Climent. Lo cierto es que hay pocos empresarios valencianos que inviertan en Cataluña y ellos se lo pierden, entre otras cosas porque podrían acceder en magníficas condiciones a nuestros créditos.
P. ¿Por qué dice usted que es un exiliado?
R. Si he dicho eso alguna vez debo precisar que en cualquier caso soy un exiliado interior, en el sentido de que he pasado de un país a otro pero me he movido siempre en la misma nación.
P. ¿España?
R. Creo que he dicho nación, no Estado.
P. A lo que íbamos ¿tan dura le resultó aquella etapa de la transición que se llamó la batalla de Valencia?
R. Lo cierto es que, como a cualquier hombre normal me hubiera gustado vivir y ser feliz en mi pueblo. Por razones políticas no pudo ser. La batalla de Valencia fue muy dura y cargada de elevadísimas dosis de irracionalidad y para una persona que tiende a ser racional también en su comportamiento publico, la esquizofrenia no es una opción recomendable para su salud personal.
P. No sé si sabe que ahora los blaveros andan tirándole monedas a Xavier Casp, a quien acusan de haberse vendido al oro catalán.
R. Las monedas no son para andar tirándolas por ahí, son para guardarlas. De eso sé algo. Además es un gesto poco elegante, cosa que no me sorprende por parte de los blaveros. Respecto a la posible solución al conflicto lingüístico, soy un creyente muy escéptico. Soy un cristiano en algunas cosas muy heterodoxo y en otras muy ortodoxo. En esto soy como santo Tomás, necesito ver para creer. Creo que la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) es una institución innecesaria, aunque si sirve para ayudar, pues bienvenida sea. Pero hasta que no vea que desde el más absoluto respeto a la unidad lingüística, la AVL se compromete en la promoción del uso del valenciano en todo el país, repito, yo, como santo Tomás.
P. ¿Si la AVL cumple y el valenciano se normaliza le apetecería volver?
R. Ha de cumplir y si no cumple, todos los valencianos y todos los habitantes del ámbito lingüístico catalán tienen que exigírselo. Y si yo voy, o vuelvo, estoy o no estoy, es una cuestión diferente.
P. Como usted sabe la Generalitat Valenciana es la administración autonómica con más déficit y proporcionalmente la más endeudada. Para sanear sus cuentas se necesitarán muchos impuestos o auténticos magos de las finanzas. ¿Si Zaplana le llama volverá?
R. Esa llamada no entra en los propósitos del señor Zaplana ni a corto ni a largo plazo.
P. El arzobispo Carles, el rector Solà, el director de L'Avui, Vicent Sanchis, la escritora Isabel Clara Simò... Ernest Sena, ¿puntúa ser valenciano en el feudo de Jordi Pujol?
R. Probablemente puntúa, lo que no me haga decir es si positiva a negativamente, al menos en el caso de los que cita porque hay de todo y también, en su relación con el president.
P. Hay quien sostiene que el Gobierno favorece a Valencia para debilitar a Barcelona; en Valencia no es que se noten muchos favores, ¿ustedes perciben una actitud belicosa?
R. Siempre, permanentemente, desde hace casi 300 años.
P. Digo por parte del Gobierno actual.
R. Comparto la imagen de que en Valencia no se notan mucho los favores. Creo que, con algún matiz, la relación del PP es la misma respecto a Cataluña y el País Valenciano, es decir una relación centro-periferia, en la cual, como en algún período histórico, el centro encuentra en Valencia una subsidiariedad más fácil que en Barcelona.
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