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Reportaje:

Los amargos días de Cecchi Gori

El dueño del Fiorentina es investigado por posesión de cocaína y blanqueo de dinero

Desde hace unos días los responsables de las distintas páginas de los periódicos en Italia han entrado en serio conflicto. ¿El motivo? Vittorio Cecchi Gori, empresario cinematográfico y presidente del Fiorentina, al que la policía investiga estos días por blanqueo de dinero y posesión de cocaína.

Y no les falta razón a ninguno de los editores periodísticos. El empresario italiano, al que la policía encontró el jueves pasado en su casa tres papelinas de cocaína, puede ser noticia en cualquier sección de un periódico. En economía, por ejemplo: Cecchi Gori hasta hace un par de meses era el titular de un imperio económico evaluado en más de 60.000 millones de pesetas.

Pero también tiene derecho la sección de espectáculos, porque se habla de un personaje acostumbrado a los romances fulminantes con actrices, y del productor y distribuidor de películas de Oscar como La vida es bella.

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El jefe encargado de los deportes también tiene sus argumentos, porque se trata del dueño del Fiorentina, que la semana pasada quedó al borde de la quiebra y que para salvarse tuvo que salir a vender en una noche a sus principales estrellas, Rui Costa y Toldo, por 12.500 millones de pesetas.

La página de política: desde 1994 y hasta hace sólo unos meses, era el senador Cecchi Gori, uno de los hombres fuertes de la política italiana.

Pero es el responsable de la sección de sucesos el que esgrime los argumentos más convincentes. El jueves pasado, mientras la policía realizaba un registro en sus propiedades y en la sede del Fiorentina por un delito de blanqueo de dinero (una suma cercana a los 7.000 millones de pesetas), en su casa de Roma supuestamente se le encontró en posesión de algunas papelinas de cocaína.

Seguramente la del jueves ha sido una de las jornadas más largas en su 59 años de vida. No le será fácil superar el shock que le debe haber provocado la incursión de aquellos policías en su habitación (mientras él todavía estaba en la cama junto a Valeria Marini) y las once horas de interrogatorio a las que fue sometido.

Ayer la fiscalía de Roma inició las diligencias contra Cecchi Gori por posesión de sustancias estupefacientes. Es el último acto de su caída sin fin. Había heredado el imperio Cecchi Gori a la muerte de su padre Mario en 1993. Había ascendido al escenario político por la puerta grande del Senado. Había comprado el grupo de comunicación Telemontecarlo (que hace dos meses se vió obligado a vender acorralado por las deudas). Había gobernado el club de una ciudad histórica y apasionada como Florencia, donde han jugado grandes nombres como Batistuta, Rui Costa y Mijatovic. Ahora las calles de esa ciudad estan empapeladas con carteles que reclaman: 'Cecchi Gori vete'. Ahora ya no tiene el grupo Telemontecarlo. Ahora la policía revuelve en sus cosas. Ahora, mientras los editores se pelean por su historia, Vittorio Cecchi Gori sueña con que esta sea tan sólo una película de horror.

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