Calatrava sale a la playa

Recién salida del mar con su bikini rojo aún mojado, Laura Buchón, de diez años, se sienta en una de las sillas bajo un toldo blanco y empieza a construir una escultura. Está sentada en el nuevo taller didáctico sobre la obra de Santiago Calatrava que el IVAM (Institut Valencià d'Art Modern) instaló ayer en la playa de la Malva-rosa de Valencia. En la carpa hay cuatro mesas para que los participantes puedan hacer sus propias esculturas. ¿Esculturas?... ¿de qué? En unos cartones hay suficiente material para inspirarse. Cubos de madera, hilo de nylon, pequeños clavos de gancho y palitos de madera. Cuatro pegatinas en cada mesa representan reproducciones de algunas de las acuarelas de Calatrava expuestas en el IVAM. Son formas abstractas que recuerdan la anatomía de cuerpos humanos. Los participantes del taller pueden usar esta pegatina como un esquema e ir colocando los cubos sobre esa base.

Junto a Laura hay otros seis niños que están construyendo sus propias esculturas. Bueno, no todos son tan niños. Domingo Blanco tiene 83 años. 'Estoy intentando ensamblar los cubos, pero no es tan fácil con los palitos y los clavos', dice con un martillo pequeño en la mano. Fue la curiosidad la que ayer le hizo entrar en la carpa y no dudó en afirmar: 'No hay nadie aquí que sepa más de Calatrava que yo'. Lo dijo con cierto orgullo, y añadió: 'Conozco a la tía de Calatrava, Amparo Valls'. Igual que este jubilado, mucha gente dice conocer al arquitecto valenciano o tener alguna relación con su familia.

La obra del arquitecto y artista polifacético nacido en 1951 en Benimàmet se ha convertido en un punto de referencia para la ciudad de Valencia. El Puente de la Exposición, la Ciudad de la Artes y las Ciencias, además de otras construcciones, son testimonio de la profunda huella de Calatrava en su ciudad.

Su popularidad también ha sido unas de la razones que ha impulsado al IVAM a exhibir otras facetas artísticas poco conocidas de Calatrava: sus esculturas y sus dibujos. Los hay que no dan mucho valor artístico a estas obras. Mas el propio Calatrava dice: 'La escultura es la base de la investigación formal al servicio de mi arquitectura e ingeniería', como puede leerse en el folleto informativo sobre la actual exposición escultórica de Calatrava en el IVAM. Así, en pleno verano, este museo ha querido salir a la playa con el 'otro artista desconocido y acercar al público a su obra', comenta Santiago Ruiz, uno de los responsables del taller didáctico, que hasta el 18 de julio abre sus puertas de 11.00 a 14.00 y de las 15.00 a las 18.00.

En la playa, los niños están entretenidos con la colocación de los cubos y no se dan cuenta de que los periodistas que les rodean observan sus creaciones. Al preguntarle sobre Calatrava, la pequeña Laura contesta: 'A mí me gusta mucho su puente con el contrapeso. Pero es muy difícil de imitar. Lo que estoy haciendo ahora es un ser humano porque es más fácil'. De repente, se acerca una mujer por detrás y le espeta: 'Va Laura, que nos tenemos que ir. Tu hermana ya se está torrando en la playa'. Pero la niña no se quiere ir y se resiste. Está más interesada en terminar su ser humano. La pequeña escultora no tiene que preocuparse porque el taller didáctico seguirá abierto los próximos días.