El presidente se casa con la portavoz

'Amor, puritito amor'. Apenas dos horas antes de su primera entrevista con José María Aznar, el primer sorprendido, y coincidiendo con su 59º cumpleaños y el primer aniversario de su histórica victoria sobre el eterno Partido Revolucionario Institucional (PRI), el presidente mexicano, Vicente Fox, contrajo matrimonio con Martha Sahagún, su portavoz de Gobierno y discreta novia durante años. 'Ha sido amor, puritito amor', insistió un director general del séquito azteca al observar la perplejidad causada por el anuncio del enlace.

Si la visita del presidente norteamericano, George W. Bush, a México, su primer viaje al extranjero, pasó en su momento a segundo plano por el bombardeo de ese mismo día sobre Irak, la llegada del presidente español perdió relieve y espacio al coincidir con el bombazo informativo de los esponsales. 'Sé bien que llego a México en unos momentos especiales. Hoy hace un año del cambio político de singular trascendencia en México', manifestó en su primer discurso al aludir a la derrota del PRI del 2 de julio de 2000, después de 71 años de hegemonía. 'Hoy, además, coincide que es el cumpleaños del señor presidente (...), y hoy coincide también que se ha casado esta mañana, con lo cual, triples felicitaciones'.

La ceremonia se realizó dos horas antes de comenzar la visita oficial de Aznar a la capital mexicana

A las siete de la mañana de ayer, en una íntima ceremonia desarrollada en una de las dependencias de Los Pinos, la residencia oficial de los presidentes mexicanos, Fox y Sahagún acabaron con meses de habladurías, y con una incomodidad personal que causaba problemas de protocolo y equívocos políticos. La pareja se casó en presencia de José Fox y de Lucía, el hermano y la cuñada del novio, y de Alberto Sahagún, padre de la novia.

'A ver qué dicen ahora los obispos', observó un periodista mexicano asignado a la cobertura informativa de la presidencia. Los obispos probablemente torcerán el ceño, y la santa indignación de los prelados preconciliares invocará la comisión de pecado mortal en palacio porque los contrayentes son católicos y anteriormente ya estuvieron casados. De hecho, la ya ex portavoz de Gobierno, de 48 años, tiene tres hijos y es abuela de una niña.

Sin embargo, la nueva primera dama mexicana, que ha dejado su cargo en el Gabinete, no vulnera ninguno de los diez mandamientos porque recientemente consiguió la nulidad de su primera unión. No es el caso del jefe de Gobierno, que en una ocasión se declaró católico y pecador y que en octubre viajará a Europa para visitar España, Italia, y previsiblemente el Tribunal de la Rota para informarse sobre la evolución de los trámites para ponerse al día con la Iglesia.

'Presidente, con todo respeto, México quiere saber cómo se siente casado y si va a contraer matrimonio canónico', preguntó una periodista local a media mañana. Ingenuamente, la portavoz de Gobierno mexicano con los medios de comunicación extranjeros, Alicia Buenrostro, había pedido que las preguntas de la conferencia de prensa conjunta se limitaran a la relación bilateral. Las risas de los periodistas al escuchar la recomendación de la funcionaria que flanqueaba al portavoz del Ejecutivo español fueron inmediatas porque la divulgación del matrimonio es la noticia del año en México.

Vicente Fox, que tiene cuatro hijos adoptivos con su primera esposa, Liliam de la Concha, no informó sobre sus gestiones para lograr la nulidad ante los tribunales vaticanos, y respondió jovialmente al interrogante sobre su estado de ánimo. 'Son asuntos personales', dijo al referirse a la deuda pendiente con la Iglesia. La definición del humor que le embargaba como recién casado, solicitada por una compatriota, fue relatada en estos términos: 'Nada más míreme la cara de sonrisa, y con eso podrá juzgar'. '¿Y a mí nadie me felicita?', protestó Aznar. 'Y tengo motivos para ser felicitado'. El casamiento acabó con los dimes y diretes sobre el carácter de las comparecencias de Sahagún, '¿habla como portavoz o como novia?', se interrogaba el país.