Bruselas quiere cotizaciones más elevadas para las pensiones

La Comisión Europea ha perfilado ya una propuesta que debatirá esta semana y que prevé que los Quince rindan anualmente cuentas a Bruselas sobre las reformas que van poniendo en marcha.

El objetivo que se marca la Comisión Europea es el de mantener el nivel de vida de los que se jubilan, que aumentan cada año en la Unión Europea de forma espectacular y que ya en 2010 sumarán 70 millones. Bruselas quiere hacer un seguimiento puntual de las iniciativas que emprende cada país y por eso, la comisaria de Empleo y Asuntos Sociales, Anna Diamantopoulou, ha presentado un sistema de indicadores comunes para que todos los países puedan ser medidos cada año con los mismos criterios.

Más población activa El principal eje del sostenimiento de las pensiones europeas reside en aumentar la población activa, que la Unión Europea se ha comprometido a abordar de aquí a 2010, incorporando al mercado laboral casi 20 millones de empleos más que ahora. En 1999 la población activa comunitaria era de 153,5 millones y se quiere pasar a 174,9 para cumplir los acuerdos de la Cumbre de Lisboa de primavera del pasado año.

La propuesta de Diamantopoulou, que el colegio de comisarios abordará esta semana, sostiene que otra medida importante para garantizar las pensiones es reducir el déficit público y transferir, 'si se considera adecuado', dinero procedente de estos ahorros a establecer fondos de reserva que aporten un mayor margen de maniobra para afrontar las necesidades de las personas mayores. Bruselas ya ha alabado recientemente a España por abordar este tipo de iniciativas, pero también ha llamado la atención a Madrid por no tomar más medidas a largo plazo ante el progresivo envejecimiento de la población laboral española para garantizar la sostenibilidad de las pensiones.

'En algunos países miembros', dice la propuesta, 'estas medidas no serán suficientes para absorber el impacto económico del envejecimiento de la población', por lo que sería necesario incluir 'ajustes en el nivel de las pensiones y en las contribuciones cotizadas por la población activa'.

España es uno de los países de los Quince que presenta un mayor envejecimiento de la población. El gasto en pensiones de hoy, un 9,4% del PIB (Producto Interior Bruto), debería pasar en cincuenta años al 17,7%, el porcentaje más alto después de Grecia.

La comunicación de Diamantopoulou, que cuenta ya con el preacuerdo del departamento de Asuntos Económicos que dirige Pedro Solbes, cita la conveniencia de 'ajustar' las cantidades fijadas para las pensiones, de forma que no haya tanta diferencia entre las más bajas (especialmente las que están por 'debajo del nivel adecuado') y las más elevadas. En este segundo caso, incluso apunta tímidamente la combinación de sistemas públicos y fondos privados, una opción que se baraja más abiertamente en otros estamentos como única fórmula viable para evitar el problema financiero que amenaza a las pensiones del futuro.

Para la Comisión Europea, todas estas medidas deberían entrar en vigor el próximo año.