González critica que se le acusara de inmoral por defender al PNV
El ex presidente ironiza sobre el censo gallego
El ex presidente del Gobierno Felipe González recordó ayer de nuevo la polémica que siguió a sus palabras cuando culpó al PP de estar criminalizando a Xabier Arzalluz y al PNV porque eso significaba 'criminalizar a media sociedad vasca'. 'Me acusaron de inmoral, pero lo que es inmoral es esa acusación cuando se trata de expresar posiciones políticas', dijo en el centro de estudios Jaime Vera, de Galapagar (Madrid), donde acudió para inaugurar unas jornadas socialistas sobre consumo.
González recordó aquellas declaraciones sobre la situación política creada a raíz de las pasadas elecciones vascas. 'Cuando denuncié aquella estrategia de campaña me pusieron por delante los valores', recordó.
El ex presidente socialista fue de unas elecciones a otras. Así, se refirió también a las próximas autonómicas gallegas, y en un tono jocoso lanzó una pulla política al presidente de la Xunta, Manuel Fraga, en referencia a las irregularidades detectadas en el censo de los emigrantes gallegos en Argentina: 'Dicen que no queremos que voten los emigrantes. Sí queremos que voten, pero no los que se hayan muerto ya, porque si no van a salir las elecciones como le salían a Fraga los referendos del 68, que en Palencia le daban el 105% del censo', bromeó.
'Hay que decirle a nuestros amigos gallegos que se vayan allí [a Latinoamérica] porque así tendrán garantizado que duran más de 100 años', ironizó en alusión a los numerosos casos de centenarios gallegos censados en Argentina.
González compartió el debate con el periodista y escritor Juan Luis Cebrián y con el diputado socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, a quienes presentó la secretaria de Usuarios y Consumidores de la Ejecutiva socialista, Isabel Pozuelo. Conversaron en un debate abierto sobre las nuevas tecnologías y la globalización. Un asunto sobre el que González cree que hay todavía mucho trabajo por hacer.
En este punto también le tocó recibir críticas a la izquierda: 'La profesión de quejarse todo el tiempo me cae mal y esa izquierda que se dedica a criticar el futuro mientras la derecha gobierna el presente tampoco me cae bien', dijo. 'Me llaman pragmático por eso. En el mundo anglosajón eso es un halago', añadió.
A juicio de González, la globalización ya no es una alternativa a tomar o dejar, sino una 'nueva realidad' a la que hay que adaptarse y buscar fórmulas que garanticen la solidaridad frente a los desequilibrios sociales que está causando'. Recomendó a 'los que se sienten solidarios y creen en el progreso' que no dén la espalda a la revolución tecnológica, porque si se dedican sólo a criticarla, las oportunidades serán para otros'. 'Si no encontramos formas de solidaridad más activas, ésta no será posible', concluyó.
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