EE UU crece al ritmo más lento de la década y teme una recesión

La efectuada ayer es ya la tercera revisión de los porcentajes de crecimiento que lleva a cabo el Departamento de Comercio de EE UU. Primero estimó un crecimiento del 2% para el primer trimestre, luego lo rebajó al 1,3% y finalmente, lo ha establecido en el 1,2%. Este porcentaje está ligeramente por encima del registrado en el último trimestre del año pasado (1%), pero sigue siendo lo bastante malo como para justificar el actual clima de pre-recesión.

Si se tiene en cuenta la evolución de la economía estadounidense desde octubre de 2000, son los peores datos de la última década.

Y todo parece indicar que la situación seguirá empeorando. Los expertos calculan que el producto interior bruto (PIB) sólo aumentará un 0,5% en el segundo trimestre de este año y algunos incluso prevén un resultado negativo.

Sin embargo, son muchos los que confían en que éste sea el peor momento del año. Un informe de Bloomberg pronosticó ayer que el crecimiento norteamericano para 2001 será de un 1,8%, lo que supondría escapar por los pelos de una recesión.

Según esta tesis, el efecto de las seis bajadas de los tipos de interés aprobados por la Reserva Federal alcanzaría todo su impacto favorable en los últimos trimestres del año. Wall Street apenas se inmutó ante las malas predicciones de Washington. Al cierre, el índice Dow Jones perdió un 0,7%, y el Nasdaq, que sufrió retrasos por problemas técnicos, un 0,6%.

El informe del Departamento de Comercio muestra que los consumidores son bastante reacios a las malas noticias y siguen comprando, pese a todo, a base de endeudarse. Sus gastos crecieron hasta marzo a una tasa anual del 3,4%, seis décimas por encima de la tasa registrada en el último trimestre de 2000.

Pero el mismo documento también subraya que los beneficios empresariales siguen cayendo de forma espectacular. Las empresas han registrado sus peores cifras en los últimos tres años y sus beneficios se han reducido un 6,2%, el doble de lo pronosticado también por el Departamento de Comercio hace un mes. Una caída así no se veía desde la crisis que afectó a Asia y Latinoamérica en 1998.

El frenazo del comercio internacional, responsable de la menor actividad de la economía, también ha reducido los inventarios de las empresas y han ampliado el déficit comercial. Éste mejoró el pasado abril un 2,7% pero no por razones positivas, sino porque la caída de la demanda interna ha reducido las importaciones y el cambio del dólar ha afectado las exportaciones.