La carrera consolidada de 'Por fin!'

La segunda jornada de la III Pasarela del Carmen 2001 discurrió en el Hemisfèric con un lleno total en todas las entregas, desde la mañana con el concurso patrocinado por Saloni hasta el fin de fiesta de Francis Montesinos. El jurado del Premio Saloni presidido por el modista Nacho Ruiz y presentado por la modelo Jacqueline de la Vega no dudó en premiar a la firma Siglo Cero como el auténtico vencedor de este año con dos prendas exquisitamente concebidas y realizadas. El primer vestido hablaba del juego tres en raya y el de fiesta evocaba la gráfica de Joan Miró.

A primera hora de la tarde un desfile triple trajo el trabajo de tres diseñadoras que aún se encuentran en un proceso de decantación estilística. Noelia Navarro intentó un concepto de elegancia que a veces se vuelve sombrío, mientras Carola Falgas demostró en su serie final negra cómo aún mantiene en sus ambiciones un coqueteo juvenil con la costura y sus tratamientos. La más interesante fue sin duda Tonuca Belloch que con una gama que navegaba entre el caldero, el morado y los azules minerales se le siente todavía ligada al minimalismo a través de una geometrización decorativa, y sus hechuras resaltaron por su discreta corrección.

Relevo de altura

La auténtica revelación fue el desfile en solitario de Alejandro Sáez de la Torre y su firma Por Fin!, lo que significa su consolidación como firma puntera de la nueva moda valenciana y el auténtico relevo de altura a los ya consagrados. Por fin! es una moda sin edad pero sí de su tiempo, donde el desenfado de las líneas se une a la unión material sin límites: Denim tecnológico, el lúrex por ambas caras, los dobles pespuntes en hilo de plata, los bordados alsacianos para crear verdaderos collages, las chaquetas de cuadratura rígida y los pantalones acampanados fueron la tónica de un desfile que emocionó y convenció a todo el mundo.

No es exagerado decir que Sáez de la Torre ha cumplido con creces su etapa debutante y entra de lleno en un esplendor con voz propia y ritmo contagioso.

Después, Hanníbal Laguna presentó una colección rigurosa y muy consecuente con su proyección estilística personal y su sentido del lujo donde la sensualidad y la provocación ocupan un lugar destacado.

La fiesta de Francis Montesinos contó con la presencia de la premiada bailarina clásica María Giménez acompañada de dos de sus bailarines cubanos y el desfile fue una verdadera orgía de formas y color cantando al mestizaje.

El acertado traslado de la Pasarela del Carmen a la explanda del Hemisfèric convierte este evento en el más dinámico de cuantos se hacen en el Estado español.