El rostro más humano de Napoleón
Gérard Depardieu, Christian Clavier, John Malkovich e Isabella Rossellini ruedan en París una superproducción europea para televisión
Napoleón Bonaparte regresa más romántico y humano que nunca a las pantallas a través de una superproducción, con un presupuesto de 40 millones de euros, que se rueda actualmente en las cercanías de París simultáneamente en francés y en inglés. Ciento veinte lugares diferentes de Francia, Hungría, la República Checa y Canadá son los escenarios elegidos para rodar esta serie. No hay localizaciones en España, que tendrá escaso protagonismo, a pesar de que el director, el canadiense Yves Simoneau, asegura que 'España fue el Vietnam de Napoleón'.
La productora francesa GMT, el grupo alemán Kirch Media, una sociedad norteamericana y la cadena española Tele 5 contribuyen a financiar esta película, de ocho horas de duración, que se convertirá en una serie televisiva 'suficientemente larga para explicar este maravilloso personaje polémico', cuentan sus inspiradores. Los equipos de producción marcharán próximamente a Hungría, donde se filmarán las escenas de batallas, en las que participarán 10.000 personas. El rodaje terminará en octubre y el estreno en Tele 5 está previsto para el otoño de 2002.
Completamente integrado en el papel de Napoleón, olvidándose de que su último gran trabajo fue dar vida a Astérix, Christian Clavier asegura que es necesario volver a descubrir al emperador. 'Es un hombre ambiguo, contradictorio, inspirado por intelectuales; no cree en Dios, es un agnóstico. Las mujeres que le rodean son muy importantes, y Josefina fue siempre el amor de su vida, a pesar de que ella le engañó en diversas ocasiones'.
El papel de Josefina lo encarna Isabella Rossellini, y el norteamericano John Malkovich asume la personalidad de Charles Talleyrand, hombre de confianza de Napoleón.
Gérard Depardieu, que interpreta a Joseph Fouché, el ministro de la Policía, deja claro que no se trata de conseguir con esta película una apología de Napoleón. Para el protagonista de Cyrano de Bergerac, lo más importante de esta producción es 'llegar a un público mucho más amplio que el de la pantalla de cine y competir con el imperialismo norteamericano'.
'Lo que a mí me interesaba es cómo llegar a tocar a un máximo de público a través de las obras literarias europeas, y encontré esta vía', comenta el actor francés al terminar una de las escenas rodadas este fin de semana en la abadía de Chaalis. A 50 kilómetros de París y construida en el siglo XVIII, es sólo es uno de los diez escenarios franceses -Versalles, entre otros- donde se filma Napoleón.
Depardieu se coloca en su posición de francés y europeo para argumentar que la industria cinematográfica estadounidense domina el mercado mundial: 'El lugar del cine europeo es muy pequeño. De vez en cuando nos hacen el favor de tomar a un actor como Antonio Banderas o de dar un Oscar a ese gran poeta que es Pedro Almodóvar, pero se necesita que Europa cuente sus propias historias', afirma el actor.
De esa idea ha surgido este megraproyecto en cuatro partes, basado en la biografía sobre Napoleón del escritor francés Max Gallo, quien no presenta al conquistador de Europa como un gran héroe, sino como un hombre. Y en lugar de considerarle una leyenda que termina en la isla británica de Santa Elena, donde acabó tras su captura por los británicos, el realizador de la serie Napoleón, Didier Decoin, empieza a contar la historia de 'un ex emperador que vive solo en Santa Elena, y como único rayo de luz de su existencia tiene a Betsy Balcombe, una niña inglesa que regaña a Napoleón Bonaparte y juega con él como si fuera uno de sus amigos de la escuela'.
El emperador francés no es un personaje particularmente agradable para los españoles. No hace falta remontarse a la derrota de las tropas napoleónicas en Bailén ni al cuadro de Goya Los fusilamientos para refrescar la memoria de lo que fue una invasión frente a la cual el pueblo español se resistió cuanto pudo. Pero hay respuestas para todo. El director de la miniserie, Simoneau, se declara convencido de que 'España fue el Vietnam de Napoleón'.
'La caída de Napoleón empezó por España, fue su gran error', afirma el director. 'Napoleón no se dio cuenta de que pelearía contra el pueblo y no contra un ejército, pero tenéis que aceptar que Napoleón hizo un bien a España', añade, 'ya que cuando él llegó todavía existía la Inquisición. Él se encargó de separar la Iglesia del Estado, hecho que a los españoles les hubiera costado una guerra civil'.
En la película se incluyen algunas escenas sobre la presencia del emperador francés en España, pero el reparto no cuenta con actor español alguno. La explicación que facilitan fuentes de la productora es que Tele 5 'no encontró ningún actor que dominara el inglés o el francés', idiomas en los que se lleva a cabo la filmación.
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